El reto de sustituir importaciones lácteas a cambio de fortalecer la producción de leche y sus derivados en México, como lo plantea el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, también será un tema de discusión legislativa, en la que existe el compromiso de delinear políticas que generen productividad y competitividad en el sector pecuario.
Así lo sostuvo el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Oswaldo Cházaro Montalvo, durante el Tercer Foro Internacional sobre la Leche y la Salud que realizó la Escuela de Medicina de la UNAM.
Mencionó que se trabaja desde diferentes frentes para apoyar a los productores pequeños de leche a colocar en el mercado interno su producto a un buen precio.
El dirigente de la CNOG sostuvo que los productores pecuarios mexicanos tienen confianza en la coordinación que se ha ido estableciendo con la nueva legislatura, pero también con el póximo poder ejecutivo para seguir apoyando al sector.
Existe el compromiso del Presidente de la Comisión de Ganadería de la LXIV Legislatura, Eduardo Ron Ramos para fomentar el consumo interno de lácteos en beneficio de los productores nacionales.
“El diputado Eduardo Ron Ramos se comprometió a discutir mecanismos para el impulso y fortalecimiento de la producción, proceso y consumo de proteína de origen animal al interior de la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados”, resaltó.
Actualmente, México tiene un consumo bajo de leche líquida, que aunado a las importaciones de leche en polvo que realiza el gobierno federal, ha provocado que el sector lechero se mantenga con una menor capacidad de producción.
Miguel Ángel García, presidente de Cámara Nacional de Industriales de la Leche (CANILEC), lamentó que el consumo de la leche en México se estancó en los últimos años, a pesar de las innovaciones de la industria láctea para ofrecer alternativas a diferentes paladares y exigencias.
La ingesta diaria de leche recomendada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) es de 500 mililitros o medio litro por persona, sin embargo cada mexicano consume 300 mililitros.
