Rifado del Día: David Munguía, lechero por herencia

Todos los días se levanta a las 4 am y se dirige a la lechería. Carga su triciclo y antes del amanecer comienza a repartir leche a sus clientes.
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Todos los días se levanta a las 4 am y se dirige a la lechería. Carga su triciclo y antes del amanecer comienza a repartir leche a sus clientes.
Si se presta atención, en la colonia Condesa de la Ciudad de México, se puede escuchar fuerte y claro el grito “la leche”. A la distancia se ve a David Munguía Franco pedaleando su triciclo cargado de leche en frascos de vidrio, y ataviado con un delantal de mezclilla.
El señor David es lechero por herencia, su papá tenía este oficio que en el pasado era muy socorrido.
No había mucha competencia, entonces nosotros teníamos más clientes, de casa en casa, de hecho nos daban las llaves de los edificios para que pudiera entrar uno y dejársela en la puerta”, recuerda don David.
Todos los días se levanta a las 4 am y se dirige a la lechería. Carga su triciclo y antes del amanecer comienza a repartir leche a sus clientes, que en la actualidad son en su mayoría puestos de jugos y licuados, cafeterías y restaurantes. Vende cerca de 420 litros diarios.
En sus 35 años de dedicarse al oficio, el lechero se niega a bajarse del triciclo y usar camionetas para repartir, como le han hecho algunos de sus colegas.
Es más cómodo en el triciclo, puedo ir de cierta forma en sentido contrario o subirme a la banqueta. Si hay una marcha no me afecta a mí en realidad, en carro ya es más difícil, hay que dar vueltas para encontrar lugar. Aparte en el triciclo la gente lo ve a uno y le dicen “Ahí va el lechero, el de antes», comenta.
Hacerse publicidad en la colonia es importante ya que los lecheros trabajan por comisión, entre más vendan más ganan. Por eso no dudan en acercarse a las personas y ofrecerles un poco de su producto proveniente de Texcoco.
Precisamente, es el contacto con la gente lo que más le gusta al señor David de su trabajo.
Ser lechero es algo muy sociable, haces muchas amistades”, señala.
Montado en su triciclo, don David ha visto pasar el tiempo y ha sido testigo de cómo múltiples marcas comerciales de leche han invadido las tiendas y supermercados. Además, las nuevas generaciones ya no toman leche de vaca, son más adeptos al agua o a los jugos, lo que ha puesto en declive a su oficio.
El oficio del lechero sí va a desaparecer porque somos la última generación. Aquí quedamos cinco o seis lecheros repartiendo todavía en triciclo. Son raíces que teníamos, nuestros hijos no decidieron tomar este oficio, han estudiado y se dedican a otra cosa”, comenta con nostalgia.
Recordando los viejos tiempos confiesa que la famosa frase “el hijo del lechero” sí tiene su razón de ser.
La verdad sí hubo personas que llegaron a tener familia en otras casas. La ocasión se prestaba porque había mucha servidumbre que era quien lo atendía a uno y se tenía más contacto”, explica sonrojado, aunque aclara que fue algo que sólo le tocó ver porque era un niño cuando pasaba.
Ahorita ya le pegan a uno, con el teléfono la esposa lo tiene más controlado”, concluye entre risas.
http://www.excelsior.com.mx/comunidad/2016/11/29/1131127

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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