Productores e industriales de la leche lanzaron un SOS al gobierno federal para que a la brevedad aplique un programa integral de rescate al sector lechero, pues ante la reducción de las compras de Liconsa y el aumento de las importaciones de leche en polvo, los 150 mil pequeños productores –de los 200 mil que había al iniciar la presente administración- han dejado de comercializar más de 350 millones de litros de leche.
En conferencia de prensa, Salvador Álvarez Morán, presidente del Gremio Lechero; Carlos Breña Rubio, presidente de la Asociación Nacional de Ganaderos Lecheros (Anglac); Juan Carlos Pardo Bejarano, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Lechera y Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, demandaron a Liconsa, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) compre 770 millones de litros y no se limite a los 600 millones de litros para este año
Desmintieron que las importaciones sean baratas, pues si bien el costo para los importadores es de 3.50 pesos por litro, ello implica una pérdida de 12.50 pesos por cada tonelada que llega al país, el desplazamiento de 600 vacas, la eliminación de 11 mil productores y la desaparición de 32 mil empleos.
Agregaron que la inexistencia de una política integral, en tres años el sector lechero ha perdido 27 mil millones de pesos. La situación es crítica para miles de pequeños productores, quienes están dispuestos a trasladarse a la Ciudad de México para manifestar su disgusto por la política de “oídos sordos” de las autoridades. “Se trata de un sector muy vulnerable, son ganaderos que tienen entre 52 y 300 vacas, que no están integrados a las cadenas de valor”, apuntaron.
Refirieron que los productores de Jalisco, en una acción de protesta tiraron un millón de litros de leche, eso se puede multiplicar en Chihuahua, Aguascalientes, Guanajuato, en donde se localizan la mayoría de los pequeños ganaderos que entregan su leche a Liconsa y los que tienen mayores índices de producción nacional.
Los productores propusieron el desarrollo de un programa integral para los pequeños productores de leche, así como para los micro y pequeñas empresas fabricantes de lácteos; una campaña permanente de promoción al consumo de leche y sus productos; ordenamiento el mercado; normas oficiales para la certificación de productos lácteos, y obligar a los importadores a demostrar que los productos lácteos que importan cumplen con la normatividad mexicana.
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