No les basto, dijo, que en 25 años se perdieran más de un millón de empleos, entre los establos y el campo. La Secretaria de Economía, además de autorizar importaciones lácteas utilizadas para adulterar la leche, alienta el fraude a los consumidores con productos artificiales. Tal parece que su objetivo es limpiarle el camino a las grandes comercializadoras.
Con dos meses antes de asumir su gestión como Presidente de la República, el gobierno que encabezará Andrés Manuel López Obrador anunció que, a partir de enero, se pagará a los productores de leche un precio de 8.20 pesos por litro, lo cual representa una referencia para conseguir un mejor precio, ya sea directamente entre la población consumidora, como a través de la industria de derivados lácteos, destacó.
El dirigente de los pequeños productores pide que la empresa Liconsa se comprometa a adquirir toda la producción nacional de leche, que es de un alto valor nutritivo, de gran calidad, lo cual generaría un crecimiento económico, mayores oportunidades de empleo, reducción de pobreza y mayor bienestar.
“Se olvidan de 80 millones de mexicanos a quienes no les alcanza su ingreso y se ven obligados a no consumir leche y sus derivados con la misma calidad que adquieren los pudientes. Entonces, deciden comprar lácteos que simulan ser de leche, pero tienen un bajísimo valor nutricional,son causa de obesidad y con riesgos para la salud por ser elaborados con materias primas que sólo son adulteraciones”, advirtió.