Producir un litro de leche les cuesta a los ganaderos hoy en día siete pesos, misma cantidad en la que se las compra la compañía Nestlé, a quien se la venden desde hace años porque prefieren eso a tirarla.
Por eso esperan “que con la llegada del nuevo gobierno federal, las cosas en verdad cambien y podamos obtener ganancias y no salir ‘tablas’, ya que cada vez deja de ser negocio”.
Así se expresaron integrantes de la Asociación Ganadera Local de Tepezalá, con sede en la comunidad de San Antonio, que a su vez está afiliada a la Unión Ganadera Regional de Aguascalientes (UGRA), porque es la única forma de garantizar que sus animales sean respetados en caso de robo o pérdida de alguno de ellos ya que están debidamente registrados.
Si no es negocio, ¿por qué siguen dedicándose a eso?, se les cuestionó, y Darío López, a nombre de sus compañeros explicó cómo funciona para ellos este negocio: “En el municipio somos 12 personas las que tenemos establos con ganado lechero y se hace porque, es lo que sabemos hacer, desde nuestros antepasados se han dedicado a esto.
Ahora la ganancia para nosotros es que se va incrementando el número de animales y luego de que se termina su vida útil, en el caso de las vacas, se puede vender para carne.
Además, una vaca es como una ‘alcancía’, porque su valor se incrementa de acuerdo a si está bien alimentada, sana y da crías”, expresó.
El precio de las vacas fluctúan entre los 12 y 25 mil pesos (depende de su edad, raza, estado de salud) , entre más joven y con posibilidades de dar crías, más caras.
Cada vaca puede tener hasta seis crías, una por año, de acuerdo a las condiciones, entonces si se invierte en eso se va incrementando el número y es donde se encuentra la ganancia, porque al llegar a la etapa donde baja el número de litros de leche, el promedio es de 14 diarios, entonces se vende para ser sacrificada y vendida como carne, o cambiada por otra más joven.
Todos los ganaderos están obligados a “aretar” cada uno de sus animales, como marca la ley para que pueda que puedan venderlos, dejarlos que pasten y evitar el abigeato o transportarlos de un lugar a otro sin problema, porque se acredita su propiedad.
Hace unas semanas los ganaderos de Tepezalá tuvieron una plática sobre “conservación de suelos y agua”, como parte de la capacitación constante que tienen para mantener en las mejores condiciones sus animales y seguir haciendo lo más rentable posible.
Ahora apuestan, dijo Darío, a que con la llegada del nuevo gobierno federal las cosas cambien y se homologue el precio de la leche y se compre a los productores naciones y se deje de importar en polvo.
Hace unos días lo dijo el presidente: “ahora sí nos vamos a beber la leche que producimos”, y apostamos porque así sea, concluyó.
