Y pareciera que la crisis de la aftosa está lejos de terminar, pues, a estas restricciones se sumó México, país que decidió frenar las exportaciones de derivados lácteos con Colombia por tener seis plantas procesadoras de este tipo de productos en Cundinamarca, donde está el segundo foco detectado de la enfermedad.
De acuerdo con el comunicado del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) de México, se “decidió tomar estas medidas de acuerdo con las regulaciones nacionales e internacionales, orientadas a proteger al patrimonio agroalimentario de plagas y enfermedades exóticas (que no existen en el territorio nacional) que pudieran poner en riesgo la producción de alimentos en México”.
Esta restricción se sumó a la también ordenada por el Senasica el pasado 25 de junio, que detuvo la importación de pieles crudas y tratadas de bovino, búfalo y caprino, susceptibles a contraer la enfermedad.
Este cierre del mercado se une a las problemáticas que ya enfrenta el sector, que produce 6.000 millones de litros de leche al año.
Por un lado, el tema de los precios al productor, que a abril de 2017, según la Unidad de Seguimiento a Precios, están en $958 por litro. Además de las inconformidades por el ingreso de importaciones, que en productos lácteos alcanzaron las 58.340 toneladas al final de 2016.
Respaldo al ICA
Dos comisiones internacionales llegaron al país para evaluar la estrategia y cooperar en restablecer el estatus sanitario del país que está suspendido.
Al país llegaron el director del Centro Panamericano de Fiebre Aftosa (Panaftosa), Ottorino Cosivi, y el representante Regional de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Luis Osvaldo Barcos, con el fin de respaldar las acciones técnicas que adelanta el ICA y de esta manera poder reestablecer el estatus sanitario suspendido provisionalmente.
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