Para lograrlo debe ‘comerse’ a algunos jugadores en los dos mercados más importantes de la región: Estados Unidos y Brasil. Hacia el norte, el empresario lagunero ya inició su expansión, pero donde no ha podido llegar es al país de la samba y las caipirinhas. El brasileño es un mercado importante, pero riesgoso por su actual inestabilidad política y económica. Sin embargo, a contracorriente de lo que opinan la mayoría de los analistas e inversionistas, el magnate mexicano podría sorprender con una jugada en los próximos días.
El negocio de lácteos en el continente americano está valuado en 160 mil millones de dólares, de los cuales 46% corresponden a Estados Unidos, 24% a Brasil y 9% a México. Son los tres países más importantes por su población y penetración de mercado. Le siguen Canadá, con 8%, y más atrás Colombia y Centroamérica, con 3% cada uno.
El hecho de que el mercado de lácteos brasileño represente casi tres veces el valor del mexicano es lo que tiene a Eduardo Tricio, presidente de Grupo Lala, obsesionado con incursionar en tierras cariocas. Ya lo intentó en 2014, cuando el mayor productor de alimentos del país sudamericano, BRF, sondeó a varias empresas para ofrecerles su negocio de lácteos. Una de las interesadas fue Lala, cuya sede está en Torreón, Coahuila. La operación se valuó en 2.3 mil millones de dólares, pero no prosperó. Desde entonces, los analistas e inversionistas desaprobaban una adquisición de ese tamaño, por el endeudamiento en el que incurriría y por la incertidumbre política y económica que ya comenzaba a generar preocupación.
Pero la revancha para Eduardo Tricio podría llegar pronto. Bloomberg publicó en junio pasado que el otro gigante brasileño de los alimentos, J&F, ofreció a una docena de posibles interesados su negocio de lácteos, Vigor, entre ellos a las francesas Danone y Lactalis, y al Grupo Lala. El viernes pasado, el diario local Valor Económico reveló que la empresa mexicana habría puesto sobre la mesa una oferta de mil 900 millones de dólares, lo que la posiciona como una de las favoritas para quedarse con la firma.
Los analistas siguen escépticos con respecto al mercado brasileño, aunque admiten que Lala podría hacerse de la empresa a un bueno precio. Los dueños de la firma brasileña están vendiendo activos para pagar multas por más de 3 mil millones de dólares por escándalos de corrupción. Una situación similar a la que enfrenta la constructora Odebrecht, que sobornó a funcionarios en 12 países.
Los analistas de Banamex consideran que la oferta de Lala para adquirir a Vigor conlleva riesgos de financiamiento, ejecución y macroeconómicos. Al quedarse con la firma brasileña, su deuda neta aumentaría a 3.3 veces su flujo de operación (EBITDA), muy por arriba del nivel de 2 veces que tienen las empresas de alimentos en América Latina.
Por el otro lado, una adquisición aumentaría el flujo operativo de Lala cerca de 30% para finales de 2017, es decir, en unos 110 millones de dólares, lo cual pondría al grupo mexicano más cerca del sueño de su presidente y accionista principal: convertirse en la empresa de lácteos más grande del continente americano. Ya lo es en América Latina.
Posdata 1. Otro de los mercados en los que Grupo Lala está enfocado es Estados Unidos, donde ya es considerada la décima empresa más importante, según el ranking de Dairy Foods. En mayo pasado pujó por la compañía estadounidense Stonyeld Farm, propiedad de Danone, que terminó vendiéndola a la francesa Lacatalis. Lala quería pagar cerca de 850 millones de dólares por el negocio.
Posdata 2. Ayer Lala anunció sus resultados financieros del segundo trimestre de 2017. Reportó mejores números que los esperados por los analistas, principalmente por las adquisiciones que hizo el año pasado en Estados Unidos y Centroamérica. Su EBITDA subió 11%, sus ventas 16% y su utilidad neta 4.3%. Scot Rank, su CEO, debería pronunciarse hoy en la conferencia con analistas sobre la posible compra en Brasil.
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