Producir leche bronca ya no es un negocio redituable para los ganaderos.
La leche de caja y los productos lácteos que se comercializan en grandes comercios llegaron para quedarse y con ello desaparecer la
comercialización de productos de la región.
Aarón Martínez Gómez, ganadero de la congregación Ojo Zarco, señaló que hasta hace 30 años la producción de leche bronca se comercializaba en la región del valle de Orizaba y se hablaba de un promedio de 70 propietarios de ganado en los municipios de Acultzingo, Nogales, Ciudad Mendoza, Mariano Escobedo, Huiloapan, Ixhuatlancillo y Rafael Delegado.
En promedio cada propietario tenía entre 10 y 40 vientres, por lo cual el hato ganadero era muy importante en esta región porque competía por el mercado del queso, yogurth natural, crema, mantequilla y leche para restaurantes.
“Había tres comercios en Orizaba y Ciudad Mendoza que se dedicaban a vender productos naturales a base de leche bronca. Te puedo decir que fueron los mejores tiempos, porque las amas de casa iban con sus ollas por la leche y la ponían a hervir”, señaló Martínez Gómez.
Incluso, en dichas tiendas, dijo, se compraba y vendía huevo de rancho, (huevo café) café a granel y embutidos como la longaniza y salchicha que salían de los rastros de la región. Hoy en día esta producción se vino abajo, los comercios cerraron porque para las amas de casa no era redituable hervir la leche y prefirieron la de caja.
“La crisis ganadera terminó por mermar a quienes se dedicaron a esto y hoy quienes mantienen vacas saben que ya no es redituable, por eso sobreviven como 20 establos en la región con 10 o 20 vientres a lo más, vendiendo el litro de leche bronca a 9 pesos el litro”, señaló.
Indicó el productor de leche que si bien es cierto que la leche ya no es negocio, quienes todavía crían vacas lo hacen para vender su carne en el mercado interno y durante sus primeros años de vida si son productoras de leche compensan el gasto que se invierte en su crianza.
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