Unas importaciones que no se pueden prohibir

Analizamos por qué la industria importa leche de otros países.
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Analizamos por qué la industria importa leche de otros países.
Bastante más difíciles, si esto es todavía posible, pueden ponerse las cosas para los ganaderos gallegos con la llegada de la primavera. Esta estación es, habitualmente, sinónimo de incremento en la producción y, paralelamente, de descenso en el consumo. Lo único que puede hacer el sector es controlar lo máximo posible la entrada de leche foránea y contener la producción.
¿Se puede poner freno a la entrada de leche de otros países?
Rotundamente no. Los artículos 26 y 28, entre otros, del Tratado de la Unión Europea establecen la libre circulación de mercancías por todo el espacio común. Lo que sí pueden hacer las autoridades españolas es establecer controles rigurosos para vigilar que todos los productos lácteos que crucen la frontera cumplan con las exigencias legales tanto en lo referente a sus condiciones higiénico-sanitarias como a sus precios de compra.
¿Por qué entra leche de Francia y Portugal?
Porque España es deficitaria. Es decir, no produce todo lo que consume. De los 2,5 millones de toneladas que existen de desfase, el 70 % entra en forma de queso y el resto de leche líquida. Resulta lógico que si se importa leche de otros lugares es porque esta tiene precios más bajos, razonable si se trata de excedentes. En muchos casos, las industrias aprovechan el transporte de vuelta tras exportar, por ejemplo, nata líquida, para venir cargados de leche.
Tampoco conviene olvidar que Francia es excedentaria y que se ve obligada a colocar en el mercado exterior el 55 % de su producción total.
¿Cómo influye el peso que la industria y la distribución gala tienen en España?
Es determinante. De hecho, en numerosas ocasiones, los productores han denunciado la entrada masiva de leche francesa ya envasada hacia distintos supermercados. Representantes del sector apuntan incluso a que si la situación se radicaliza, algunas lácteas francesas podrían llegar a deshacerse de parte de su recogida en comunidades como Cataluña, País Vasco o Aragón para traer producto francés.
¿Es posible que vuelvan a implantarse las cuotas lácteas?
Parece poco probable a corto plazo. Conviene recordar que las cuotas desaparecieron hace un año tras casi una década preparando el camino para la liberalización de los mercados, por lo que parece complicada una vuelta atrás. No se puede descartar, sin embargo, que Europa (así lo ha solicitado Francia hace tan solo unos días) pueda poner en marcha algún mecanismo de control de la producción en momentos de crisis como el actual.
http://www.lavozdegalicia.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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