¿Son felices las vacas? La respuesta está en el brik

Cuanto mejor esté el animal, mejor será la leche: su cuidado es uno de los pilares de la producción láctea y tiene un impacto directo en la calidad del producto, así como en el funcionamiento y gestión de la ganadería.
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Según varios estudios, como el publicado en 2012 por varios investigadores en la revista Food and Nutrition Sciences, más del 75 % de los españoles toma menos calcio del recomendado diariamente. La leche y los productos lácteos siguen siendo -por su facilidad de consumo y biodisponibilidad- las mejores fuentes dietéticas de este nutriente.
Además, suponen una fuente de proteínas de alta calidad y un aporte de importantes cantidades de vitamina D, así como otros muchos nutrientes esenciales para nuestro organismo. Sin embargo, no todas las leches son iguales.

La leche y los productos lácteos siguen siendo las mejores fuentes dietéticas de calcio
Las principales propiedades de este producto tan importante en la alimentación dependen, fundamentalmente, de cómo se trate desde su origen. El objetivo principal es preservar al máximo el valor nutricional de la leche para obtener el mayor beneficio. Por ello, es crítico el cuidado del producto durante toda la cadena de valor. Una leche obtenida mediante un proceso cuidado, controlando todos los parámetros que pueden afectarla, es clave para obtener una leche de alta calidad.
Instalaciones, transporte y envasado: factores clave para una óptima calidad nutricional
Y es que para una óptima calidad nutricional de la leche, hay ciertos factures que influyen especialmente. Las ganaderías deben contar con unas instalaciones adecuadas para el alojamiento y la buena alimentación del ganado. Además, el transporte de la leche hasta la planta se debe hacer a diario para asegurar el mayor grado de frescura del producto . Por último, el envasado al poco tiempo del ordeño garantiza que la leche de bienestar animal conserve todos sus nutrientes
Las que se han venido a llamar “vacas felices”, con menos problemas de salud, producirán más y mejor leche. Además, lo harán con mayor eficiencia productiva y con un menor impacto medioambiental. En este sentido, certificados como el AENOR Conform de Bienestar Animal garantizan las condiciones de vida de los animales de granja, en este caso del ganado vacuno.
Esta certificación es la única operando en España que puede asegurarlos requisitos establecidos en Welfare Quality®, garantizando una auditoría exhaustiva en todas las fases de producción y la máxima información y transparencia al consumidor. En España, Calidad Pascual es el único gran fabricante con esta distinción, lo que significa que toda la Leche Pascual es 100 % bienestar animal.
La obtención del certificado pasa por superar una auditoría donde se evalúan parámetros en cuatro grandes bloques: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado de los animales. Las ganaderías deben contar con unas instalaciones adecuadas para el alojamiento del ganado, para el descanso y protección frente a las inclemencias del tiempo; así como acceso adecuado a la comida y bebida para todos los animales de la granja.
“Acompañamos y asesoramos a nuestros ganaderos creando relaciones de larga duración. El 80 % de ellos lleva trabajando con nosotros más de 15 años”
Además, deben cumplir unos requisitos de higiene tanto en los animales, como en el manejo de los mismos. Éstos deben estar en unas condiciones de salud adecuadas, con protocolos de control y prevención de enfermedades y bajo supervisión veterinaria.
Para ello, fabricantes como Pascual cuentan con un equipo técnico de veterinarios, ingenieros agrónomos y de laboratorio a disposición de todos los ganaderos. “Acompañamos y asesoramos a nuestros ganaderos creando relaciones de larga duración. El 80 % de ellos lleva trabajando con nosotros más de 15 años”, indica Félix Díez, responsable de Bienestar Animal de Calidad Pascual.
Las granjas también tienen que permitir un comportamiento normal de los animales y una interrelación correcta con el personal de la granja. “En definitiva, tienen que ser vacas felices. Nosotros no hacemos leche, la leche la hacen nuestras vacas. Por tanto, nuestro trabajo es dar lo mejor en cada parte del proceso para asegurar que llegue nuestra mejor calidad a las familias españolas”, explica Díez.
Tanto es así, que la compañía ha situado la política activa de bienestar animal como uno de sus pilares estratégicos, al considerarlo indispensable para completar una oferta diferencial en toda la cadena láctea de valor. “Nuestro compromiso es ofrecer productos saludables y de la máxima calidad.
El certificado AENOR Conform de Bienestar Animal garantiza las condiciones de vida de los animales de granja
En este sentido, garantizamos que toda la Leche Pascual procede de ganaderos españoles certificados en bienestar animal y bajo contrato estable con el sello Productos Lácteos Sostenibles. Ahora los consumidores podrán escoger en el lineal del supermercado entre leche de bienestar animal, Leche Pascual, y otras leches”, señala Díez. Recientemente también han cambiado los envases de su leche clásica por otro con un sistema de apertura en un solo paso, como fórmula de escucha activa a sus consumidores.
Cuidar con esmero todas las fases del proceso ayuda a conseguir una leche de excelente calidad y unos nutrientes en buen estado de conservación, muchos de los cuales son imprescindibles en una buena alimentación.

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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