ASAJA crea una plataforma de ganaderos afectados por la industria que no les compra la leche.
ASAJA Castilla y León está promoviendo una plataforma de afectados a los que la industria ya no les compra la leche y se ha ofrecido a coordinarse con otras organizaciones agrarias para exigir soluciones al ministerio de Agricultura y a la Junta de Castilla y León, «quienes deben garantizar un comprador que pague la producción a precios de mercado». de hecho, según sus datos, sólo el 20% de la leche que se vende en la región cubre los costes de producción. Así, ganaderos leoneses están vendiendo toda su producción o parte de ella a «precios de derribo», entre 18 y 25 céntimos de euro el litro, lo que afectaría a la venta diaria de 184.000 litros. Unos 336.000 litros se están vendiendo entre 26 y 30 céntimos por litro, mientras que las ventas por encima de 30 céntimos de euro el litro escasamente afectan a 130.000 litros diarios (el 20% entregas). Además algunas empresas relevantes en el sector han anunciado verbalmente bajadas de tres céntimos de euro el litro a partir del día 1.
Si no se logra solventar esta situación, ASAJA está pidiendo también que se les indemnice durante cinco años para que puedan hacer una reconversión ordenada hacia otros subsectores agrícolas y ganaderos.
Sin embargo, la organización no quiere quedarse parada de brazos, por lo que ha iniciado gestiones para agrupar a todos los ganaderos a los que la industria láctea les deje de recoger la leche, lo que en principio comenzaría a ocurrir a partir del 1 de abril cuando expiran la mayoría de los contratos.
Por ahora ya han recibido carta comunicando la rescisión de las relaciones contractuales ganaderos proveedores de la cooperativa Cea Esla y de la empresa quesera Piedra de los Mártires, S.L., ambas de la provincia de León.
ASAJA cree que en la situación actual de mercado, es muy difícil que los ganaderos a los que abandone una industria los recoja otra, ya que todas tienen ganaderos proveedores habituales con capacidad de incrementar la producción, por lo que es complicado encontrar destino a esta leche salvo con la intervención directa de las administraciones públicas. Por eso, ve que «únicamente una decisión política podrá evitar que se cierren ganaderías en la provincia de León por falta de comprador, unas ganaderías que por lo general son explotaciones familiares en zonas de montaña, con pocas alternativas para otra actividad económica».
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