Álex Bach es profesor en la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) y director del departamento de Producción de Rumiantes del Instituto de Investigación y Tecnologías Agroalimentarias (IRTA) de Cataluña. Posee un doctorado en Ciencia Animal por la Universidad de Minnesota y cuenta con amplia experiencia en el estudio de la mejora de eficiencia en vacuno de leche. Cientos de publicaciones llevan su sello, y a lo largo de su carrera ha recibido numerosos galardones en reconocimiento a su actividad investigadora. Esta semana charlamos con él sobre I+D+i en ganadería:
Manel González.- ¿Considera que el sector lácteo es innovador?
Álex Bach.- Creo que el sector lácteo experimentó un gran cambio de los años 90, pero después ha sufrido un cierto estancamiento. Ahora, en el nuevo marco sin cuotas, el sector tendrá que volver a apostar por la innovación para asegurarse un buen nivel de competitividad. En nuestro país, el esfuerzo mayor a realizar, a mi entender, está en las centrales lecheras más que a nivel productivo. El tejido productor está listo y apostando fuerte por el futuro (con inversiones y con mejoraras en sus prácticas ganaderas e instalaciones), pero hay riesgo de que el sector industrial no los siga ni sea lo suficientemente competitivo como para poder asegurar una correcta comercialización de los productos lácteos producidos en nuestro país.
M. G.- Estos días vemos cómo los canales de distribución han anunciado que pagarán más al productor por cada litro de leche. ¿No sería más lógico invertir, desde el principio, en producción de leche de mayor calidad?
Á. B.- Sin duda. Existe siempre la tentación de aprovechar economías de escala para mejorar la rentabilidad, pero en un entorno europeo el futuro está en la calidad. Si se apuesta por el volumen, tarde o temprano dejaremos de ser competitivos frente otros países, mientras que la apuesta por leche de calidad diferenciada, producida con métodos diferenciados, parece un modelo más sostenible a largo plazo.
M. G.- Recientemente ha participado en la jornada ‘Feeding the world’ en una ponencia sobre el proyecto Blanca que, precisamente, busca producir leche de alta calidad con la mayor eficiencia y el menor impacto ambiental. ¿En qué consiste esta iniciativa?
Á. B.- Uno de los puntales de la sostenibilidad de la producción de leche es la mejora de la eficiencia productiva. Blanca ha invertido en investigación y desarrollo para implementar un nuevo sistema de alimentar a las vacas para maximizar la eficiencia de la producción de leche a través de la maximización del uso de recursos naturales y disminuir el impacto medioambiental. El sistema se basa en alimentar a las vacas de forma individual de acuerdo a sus necesidades nutricionales, de modo que se maximiza el retorno económico y se optimiza el uso de recursos naturales para la producción de leche.
M. G.- ¿Por qué es tan necesaria la dualidad producción+conocimiento en ganadería?
Á. B.- Este binomio es importante en todos los campos de la humanidad, no solo en la ganadería. Pero en la ganadería, el conocimiento, la innovación y su implementación son asignaturas pendientes. Nos guste o no, somos un sector primario, inconexo, diseminado por el territorio y con un nivel elevado de aislamiento. Esto se traduce en una inercia de la actividad que conduce a una resistencia al cambio (y por tanto progreso). La culpa no es solo del productor, sino que en un alto grado también lo es de la fuente de innovación. Los centros públicos de investigación (universidades e institutos) han estado tradicionalmente bastante distanciados del campo en nuestro país. Un mayor conocimiento de los ganaderos (a través de programas de transferencia efectivos, inexistentes o relativamente pobres en nuestro país) permitiría mejorar las prácticas productivas, eliminar ineficiencias y mejorar la competitividad del sector.
M. G.- ¿Es realista pensar que la filosofía de Blanca pueda implantarse a medio-largo plazo en la mayoría de las explotaciones españolas?
Á. B.- Absolutamente. Uno de los objetivos de Blanca es mejorar el valor de la leche a través de la innovación y las buenas prácticas. La filosofía de Blanca es sencilla. Pivota en base a 3 ejes: rigor en las actuaciones, transparencia, y respeto por el animal y el medio ambiente. Estos conceptos se pueden implementar perfectamente en todas las explotaciones de vacuno de leche.
M. G.- Uno de los pilares de Blanca se centra en fecundación in vitro y genómica. ¿Cuáles son los avances más significativos en este campo?
Á. B.- Los dos campos se caracterizan por una marcada y rápida evolución. Los índices genómicos cambian con frecuencia y las técnicas de fertilización in vitro mejoran con gran celeridad. Son dos tecnologías que, sin duda, serán práctica común en el futuro, pero aún queda mucho camino por recorrer para que se implementen de forma generalizada en el campo.
M. G.- ¿En qué líneas de investigación se encuentran trabajando actualmente sus departamentos en IRTA y en ICREA?
Á. B.- En el departamento de Rumiantes del IRTA estamos trabajando para mejorar nuestro conocimiento en varios campos. Los más destacados son cómo la nutrición de la madre y de las terneras recién nacidas afectan la expresión del potencial genético; cuál es la fisiología de la involución y reclutamiento celular a nivel mamario durante el secado; cómo mejorar la eficiencia de utilización de los recursos naturales para la producción de leche; y por último, el control de la metritis e hipocalcemia.
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