El gijonés anuncia que muchas explotaciones de leche se verán abocadas al cierre si no se toman medidas urgentes.
Gabriel Blanco del Campo Presidente mundial de calificadores de vacas frisonas.
Gabriel Blanco comenzó su carrera en el sector ganadero hace casi cuarenta años en Canadá. A principios de abril fue nombrado, en Argentina, presidente mundial de calificadores de vacas frisonas, encargadas de producir, de forma natural, el 80% de la leche de vaca del mundo. Este gijonés, apasionado por la genética, compatibiliza su cargo internacional con la formación profesional de ganaderos y jueces calificadores y la dirección del área de morfología de la Confederación Nacional de Frisona Española (Conafe). Su próximo objetivo es revalidar, en junio, el título de Europa de vacas de leche conseguido en Suiza hace cuatro años. «Somos los actuales campeones de Europa de raza de leche», resalta.
¿Corren peligro las explotaciones asturianas con el fin de la cuotas lácteas?
Con la liberalización del sector corren riesgo de cierre especialmente las pequeñas explotaciones familiares. Muchos ganaderos se ha puesto a producir leche ‘como locos’ poniendo en marcha grandes explotaciones en España y Europa, pero el exceso de leche, acompañado del cierre de fronteras comerciales en Rusia y la reducción del consumo en China, ha llevado a una situación insostenible. Los precios a los que el ganadero vende se han desplomado hasta tal punto que muchas instalaciones ya no cubren gastos. Aunque la leche de frisona es un producto de una calidad excelente las pequeñas explotaciones se verán abocadas al cierre si esta situación no cambia a corto plazo.
«En junio defendemos en Francia el título de campeones de Europa de vacas de leche»«La genética asturiana está muy bien valorada gracias al centro de inseminación de Gijón»
Como presidente mundial de calificación, ¿ve alguna solución a esta ‘ley de la selva’?
Con el mercado de la leche liberalizado, el intermediario no facilita las cosas al ganadero. Por un lado, el precio no cubre y, por otro, no se acepta toda la leche producida. Con cuatro céntimos más por litro no solo podrían vivir las pequeñas explotaciones sino también cientos de personas y empresas que trabajan a su alrededor como proveedores de maquinaria y almacenes de semilla, además de los profesionales dedicados al cuidados y la sanidad animal.
¿La raza frisona que gana concursos nace o se hace?
Ambas. En primer lugar, para conseguir una mejora genética importante hay que partir de un animal con pedigrí, es decir, con ‘libro de familia.’ En segundo lugar, el animal debe beneficiarse de la investigación realizada y de los servicios de calificación y mejora genética. Además, no hay que olvidar otros factores que también son esenciales para que el animal produzca más de forma más relajada, como son los cuidados y la alimentación.
Muchos de estos animales participan en concursos de belleza. ¿Qué cualidades atesora la frisona ‘miss mundo’?
Una vaca ganadora es aquella que más se acerca al modelo de referencia definido por la Asociación Mundial de Vacas de Leche. El ejemplar ideal está definido por sus características morfológicas como patas finas, ubres grandes, costillas separadas o formas angulosas. Para seleccionar a los mejores animales se organizan concursos nacionales e internacionales de vaca frisona como el que se festeja todos los años en Gijón, por San Miguel, al que acuden ejemplares de toda España.
¿Está trabajando en la actualidad en algún proyecto de investigación genética?
Sí. A través de la Asociación Mundial de Ganaderos se ha puesto en marcha un proyecto de investigación y desarrollo para armonizar los criterios morfológicos de la frisona con el objetivo de que los indicadores de calificación sean iguales en cualquier parte del mundo. De este modo, es posible encontrar las mejores correlaciones genéticas a partir de una lista mundial de sementales. Gracias a ello, la genética asturiana está muy bien valorada con el Centro de Inseminación Artificial de Gijón al frente de las exportaciones a Canadá, Argentina e Italia.
¿Cómo repercute esta investigación en día a día del ganadero?
Gracias a la genética es posible planificar la mejora morfológica de forma individualizada para conseguir ejemplares más felices y productivos. Una de las tareas principales que realizo como ‘calificador’ consiste en inspeccionar las explotaciones de los socios de la asociación para comparar los animales con la ‘frisona ideal’. Con los resultados obtenidos se identifican las partes del animal a perfeccionar. Como consecuencia de ello, el ganadero elige el semental que mejor ‘cruza’ para obtener hijos con una evolución genética. Este proceso repetido durante varias generaciones trae como consecuencia una ternera que se acerca cada vez más a la vaca ideal.
Los cursos de Luces
¿En cuánto se calcula el aumento de la producción de leche al aplicar estos protocolos de actuación?
Los resultados son evidentes. Si en 1978 una vaca producía una media de 6.000 litros de leche al año, hoy en día, con la aplicación de los programas de perfeccionamiento, son 14.000 litros. Este aumento de productividad es debido fundamentalmente a los planes de mejora de la morfología animal que la asociación tiene en marcha.
¿Dónde se puede aprender el oficio de ganadero?
En Luces, Colunga, se imparten todos los años cursos de formación profesional dirigidos a jóvenes de toda España. Los participantes reciben enseñanzas teóricas y prácticas sobre el cuidado y la preparación del ganado frisón para finalizar la instrucción con un concurso donde hay que demostrar todo lo aprendido. La mayoría de los participantes repiten dos o tres años seguidos.
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