La venta a Coren deja al margen las deudas de la empresa lechera.
La venta de Piensos Dumbría al grupo Coren, de la que faltan todavía cuestiones por concretar pero que confirmaron ayer desde la firma dumbriesa, no supone cambios sustanciales sobre la situación de Lácteos Pérez Olveira, la compañía que procede del mismo grupo familiar y que le adeuda cerca de dos millones de euros a unos 170 productores de leche en su mayor parte de los concellos de Mazaricos, Vimianzo y Zas.
Aunque ambas firmas comparten en muchos casos clientes y proveedores llevan años formalmente desvinculadas desde que Ramón Pérez se hizo cargo en solitario de Piensos Dumbría y su hermano Jesús se quedó con el negocio lácteo y la fábrica de quesos con sede en A Pereira (Santa Comba). De ahí que las compañías presenten circunstancias y condiciones económicas muy diferentes, lo que hizo factible la compra de la fábrica de pienso, mientras la viabilidad de la planta láctea sigue en entredicho.
Desde Piensos Dumbría aseguraron ayer que darán a conocer, con el beneplácito de Coren, más detalles de la operación en los próximos días, aunque ya adelantaron que los 21 trabajadores seguirán en sus puestos y la producción se mantendrá en Dumbría. Por su parte, desde grupo ourensano no aportaron todavía información alguna al respecto.
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Entre tanto, los responsables de Lácteos Pérez no quieren hacer, de momento, valoración alguna de su situación, con la empresa inmersa en un concurso de acreedores y una creciente desconfianza por parte de los ganaderos con los que tienen contraída deudas que amenazan la viabilidad de las granjas.
De hecho, varios productores mazaricanos consultados dan por hecho que no van a ver «nin un duro» de los meses atrasados sin cobrar y de los pagarés que les fueron devueltos. Algunos incluso han optado ya por buscarse un nuevo comprador y han abandonado la compañía, algo especialmente difícil en un momento en el que prácticamente ninguna empresa quiere recoger más leche de la que ya tiene comprometida.
Esperanzas
Durante las últimas semanas los ganaderos han mantenido diversas reuniones en la zona con sindicatos e incluso con algún alcalde para analizar la situación y las perspectivas son más bien pesimistas, hasta el punto de que ya hay quien está mirando las fórmulas de reclamar lo adeudado por vía judicial.
Sin embargo, Óscar Pose, el responsable de Unións Agrarias encargado de este caso, que atiende a los afectados en la oficina de Santa Comba, no le ve tan negro y cree que hay algún espacio para la esperanza. «Algunhas posibilidades parece que hai, porque a queixería polo visto está moi ben montada e habería algún grupo interesado. Veremos no que queda», señala.
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