En los últimos cuatro meses, Galicia registró la segunda mayor subida del litro de leche.
Seis de cada diez explotaciones lácteas que echaron el cierre en 2016 eran gallegas. Galicia empezaba el año con 9.078 productores en activo y lo terminaba con un total de 8.554 , esto con los datos de diciembre aún sin computar. En total desaparecieron 524 granjas, según la Xunta las de menor producción y cuyos titulares están próximos a la jubilación. En este escenario y tras analizar los datos publicados por el Ministerio de Agricultura, desde Medio Rural hacían ayer hincapié en la importancia del incremento de aquellas gestionadas por los jóvenes y que lleva a la Consellería a afirmar que «queda claro que el futuro pasa por explotaciones grandes y saneadas y por la transformación de la leche».
Con todavía mucho camino por recorrer, pues los ganaderos gallegos siguen cobrando el litro de leche por debajo de la media, los cuatro meses de subidas consecutivas apuntalan las buenas perspectivas de las que habla el departamento autonómico de cara a 2017. Incrementos que, por su parte, consideran insuficientes desde Unións Agrarias (UUAA), puesto que «siguen sin cubrir los gastos de producción», tal y como señalaba Óscar Pose, portavoz del sindicato en su balance de la situación del sector gallego.
El precio de la leche en noviembre, último mes con cifras oficiales, se situó en 29,7 céntimos, un céntimo más que el tope alcanzado en 2015. «En los últimos cuatro meses, Galicia consiguió la segunda mayor subida de precio entre aquellas autonomías con vocación lechera, solo por detrás de Cataluña», indicó la consellería.
En una travesía por el desierto se convirtió el año recién acabado para los productores lácteos, «de los más difíciles» en palabras de Pose, «no solo por la profundidad de la crisis», sino también por el hecho de que muchas explotaciones llevan meses acumulando déficit. Los cálculos de UUAA elevan los costes medios de producción del Ministerio, entre 0,33 y 0,34 céntimos, hasta los 0,36 a 0,37 euros por litro que debería percibir una granja en Galicia para alcanzar una cantidad equiparable al salario mínimo interprofesional. «Se está todavía muy lejos de esta situación y queda mucho en 2017 para alcanzarla y recuperarse de las pérdidas acumuladas», apuntó Pose.
Respecto al medio centenar de granjas desaparecidas indicó que todavía aguantan unas 8.700, aunque advirtió de que hay muchas en situación de «insostenibilidad financiera».
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