La producción láctea va camino de convertirse en una actividad ruinosa para el casi medio centenar de granjas que continúan en activo en la comarca. El continuo descenso del precio de la materia prima en origen, unido a las limitaciones en el volumen de entregas que muchas industrias imponen a sus ganaderos, amenaza con obligar al cierre a centenares de explotaciones, a las que les resulta imposible alcanzar, siquiera, unos umbrales mínimos de rentabilidad. Tanto es así, que se calcula que apenas un tercio de los 450 establos censados en la comarca logran beneficios con su actividad. La mayoría tienen serias dificultades incluso para cubrir sus costes de producción con el dinero que reciben por la leche que producen.
La explicación resulta relativamente sencilla: mientras el precio medio al que las industrias lácteas liquidan cada litro de leche que recogen en las granjas no alcanza los 28 céntimos, los costes de producción se mueven en una horquilla que oscila entre los 30 y los 34 céntimos.
«A situación é catastrófica, a peor de toda a historia», apunta con rotundidad Marcos González, secretario de la asociación Gandeiros de Mazaricos, la principal agrupación de ámbito municipal en Galicia. Para este colectivo, el actual escenario puede llevar a muchos ganaderos a tener que echar el cierre a sus negocios dado que no tienen capacidad para endeudarse más de lo que les ha obligado la actual situación. «Evidentemente, non podes aguantar de forma indefinida perdendo diñeiro. Ou a cousa cambia de xeito inmediato ou a moitos non lles quedará máis remedio que dedicarse a outra cousa, se é que poden», concluye.
Cantidades ruinosas
Según un estudio realizado por esta entidad, de los 250.000 litros que diariamente se producen en la comarca, más de 180.000 se liquida a precios inferiores a los 30 céntimos, impuestos incluidos, y de ellos más de 90.000 apenas supera los 26 céntimos, cifras totalmente «insuficientes, por non dicir totalmente ruinosas para a práctica totalidade das granxas», se concluye en el documento.
A estos bajos precios de la leche -inferiores en un 30% a los que se registraban hace poco más de un año- hay que unir además los límites que muchas lácteas ponen a la cantidad máxima por granja: «Hai un ano que se acabaron as cotas lácteas, pero na realidade segue habéndoas porque seguimos sen producir todo o que queremos», apunta un ganadero mazaricano que prefiere mantenerse en el anonimato pero que reconoce que su industria le descontó más de 2.000 euros el último mes por exceder el límite máximo que tenía establecido.
Al parecer, existe un exceso de leche que ha llevado a algunas empresas a limitar el volumen máximo que recogen en cada granja. Esta cantidad, dependiendo de cada industria, se calcula en función de la producción del año anterior con un margen de tolerancia que acostumbra a ser del 5%. Lo que se produzca dentro de esos márgenes se liquida a un precio de mercado mientras que a los excesos se le aplican importantes descuentos que pueden alcanzar los 10 céntimos por litro, prácticamente un tercio de su precio habitual.
El acuerdo para la sostenibilidad es inefectivo a punto de cumplirse un año de su firma
Camino de cumplirse un año de la firma del acuerdo para la sostenibilidad del sector lácteo, los ganaderos barbanzanos critican la escasa repercusión que sobre sus economías ha tenido un documento que, incluso desde distintos sectores, se calificó como de histórico: «Todo aquilo ao que se comprometeron por escrito as industrias e a distribución vai camiño de converterse en papel mollado -lamenta Óscar Blanco Riveiro, presidente de Gandeiros de Mazaricos- porque pouco ou nada se cumpriu. De feito, a situación do sector é agora moito peor do que era no momento da firma. De nada serven os acordos se non hai quen vixíe o seu cumprimento».
En este sentido, los productores se quejan de la falta de compromiso de las distintas Administraciones para hacer cumplir lo firmado en aspectos como la mejora de las negociaciones de los contratos o la utilización de la leche como producto reclamo en las superficies comerciales.
Los ganaderos también se lamentan de la falta de agilidad de la Unión Europea para poner en marcha mecanismos conjuntos con los que hacer frente a la crisis generada por la desaparición de las cuotas lácteas en marzo del año pasado.
Inquietud ante el anuncio de algunas industrias de aplicar recortes este mes y agosto
Lejos de haber tocado fondo, parece que la situación de los ganaderos puede empeorar todavía más en los próximos meses. Eso es, al menos, lo que invita a pensar que algunos primeros compradores hayan transmitido a muchas granjas su intención de llevar a cabo nuevos recortes en los precios.
Al parecer, tal y como reconocen varios productores barbanzanos, la intención de algunas lácteas es la de aplicar recortes de entre uno y dos céntimos sobre la materia prima producida durante el presente mes de julio y el de agosto.
Todo parece indicar que los nuevos contratos -se firman habitualmente por tres o cuatro meses- ya recogerán estos recortes en los precios, por lo que habrá que esperar a la llegada del otoño para ver si las cotizaciones en origen registran repuntes y alivian mínimamente la maltrecha situación de muchas granjas de la comarca.
La crisis se extiende a otros sectores
La grave crisis de rentabilidad por la que atraviesan los productores de leche barbanzanos empieza a extenderse a otros sectores vinculados de forma directa con ellos. Es el caso de los talleres de compra, venta o reparación de maquinaria, las comerciales agroganaderas, las clínicas veterinarias y, especialmente, las empresas de servicios agrícolas. Estos negocios están sufriendo ya en sus cuentas de explotación las crecientes dificultades que padecen la mayoría de los ganaderos de la zona para llegar a fin de mes.
«Todos nos resentimos»
«Xa levamos meses notando que as cousas non van ben. Nun concello gandeiro coma o noso, cando o tema do leite sufre unha crise, todos nos resentimos», señala el encargado de un comercio mazaricano relacionado con el sector. «Tampouco quero dicir que non paguen, o que pasa é que o fan máis tarde do que acostumaban», matiza.
De idéntica opinión es el propietario de una empresa de servicios de siembra y recogida de forraje: «Son pagadores. O que pasa é que se non teñen dificilmente poden facer fronte ás nosas facturas», lamenta.
Por encima, esta es la época del año en la que las granjas tienen que realizar un mayor desembolso para sufragar la recogida de hierba y la siembra del maíz.
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2016/07/20/venta-leche-deja-beneficios-solo-tercio-granjas-barbanzanas/0003_201607B20C3991.htm
