El vacuno de leche leonés empieza a sufrir los efectos de la sequía. Aunque aún es pronto para ver cómo la falta de agua clava espuelas en los costes de producción para que las ganancias salgan corriendo de los establos, lo cierto es que la subida de cereal y forraje ya supone un incremento de la alimentación de 936 euros en una explotación media de la Comunidad autónoma —según la Red Nacional de Granjas Típicas del Ministerio de Agricultura, esta suma 80 reses—, cantidad que restar a los beneficios o que sumar a las pérdidas.
El portavoz de la Organización de Productores de Leche, José María Álvarez, calcula en 1,3 céntimos por litro el aumento de los costes de producción debido a la subida de los precios de los cereales y la alfalfa, ante la previsión de cosechas de escasos rendimientos. Cantidad que se multiplica por 30 litros de producción media diaria de leche por vaca, por los días del mes y por el número de vacas.
Pero lo que realmente preocupa al vacuno lechero es lo que ocurra con el maíz que muchos ganaderos siembran para la alimentación de sus vacas, «porque los contratos que adelanta la industria para el mes de julio no recogen el previsto incremento del coste de producción», manteniéndose en «los mismo precios» en origen que el año pasado.
Por este motivo, la OPL opina que «la industria debería contemplar los mayores costes de producción para el ganadero en los contratos. Además, falta leche» por los incentivos de la Comisión Europea a la reducción de la oferta, como modo para frenar la crisis de precios que vivía el sector, explicó Álvarez. «Venimos de una época mala y se preveía que este año iba a ser mejor». Si no cambia el panorama, las explotaciones que más han sufrido «pueden ir al cierre», aseveró.
Una mala cosecha de maíz «puede ser el mayor problema en León» para el vacuno de leche, ya que la rentabilidad depende en muchas explotaciones de las materias primas que pueda producir el ganadero para alimentar su cabaña, más todavía en una situación de márgenes estrechos. «Si no hay agua para regar el maíz, qué hace el ganadero que lo siembra?», se pregunta Álvarez en una panorama de «siembra en seco» seguro y restricciones de agua si no cambia el tiempo.
La alternativa de la pulpa
«En agosto o septiembre veremos cuánto ha dado de menos el maíz y nos iremos a otras materias primas» para alimentar el ganado. La alternativa está fundamentalmente, en la pulpa de la remolacha azucarera —«que subirá de precio al incrementarse la demanda»— y en otros «productos energéticos, fibrosos y húmedos», explicó el portavoz de la OPL.
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