La pérdida de cabaña ganadera, la caída del precio de la leche y la sequía «asfixian» al sector

Ser ganadero en estos tiempos se está convirtiendo en una verdadera proeza. Considerado como el sector «más sacrificado» del campo, sufre, también, desde hace años la falta de relevo generacional y padece de forma crónica las dificultades para obtener rentabilidad.
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Ser ganadero en estos tiempos se está convirtiendo en una verdadera proeza. Considerado como el sector «más sacrificado» del campo, sufre, también, desde hace años la falta de relevo generacional y padece de forma crónica las dificultades para obtener rentabilidad. Una mezcla que se traduce en la pérdida de cabaña ganadera en los últimos años a un nivel que ha encendido las alertas en el sector.
En la última década, el campo ciudadrealeño ha perdido casi medio millón de cabezas de ganado, lo que supone un 24,6 por ciento. Ha pasado de contabilizar 1.674.566 cabezas de animales al cierre de 2005 a 1.261.917 en noviembre de 2015, según las últimas estadísticas del Ministerio de Agricultura. Destaca, sobre todo, la reducción del censo ovino, en el que Ciudad Real es o era una de las principales potencias del país, y que ha visto mermado su número de cabezas de 1,2 millones a unas 950.000. No obstante, ni el número de cabras, ni de vacas y ni de cerdos se ha librado de la tendencia a la baja registrada en la última década. «Es evidente que ha habido una disminución de las cabezas de ganado muy considerable en los últimos años», reconoció a La Tribuna el secretario provincial de Asaja de Ciudad Real, Florencio Rodríguez.
A estos factores estructurales se suman otros que viene sufriendo el sector en los últimos meses. Uno de ellos y de los que más preocupa, es la bajada del precio de la leche. «Los precios han estado en unos niveles razonables como consecuencia precisamente de que hay menos cabaña ganadera y eso ha hecho que haya habido un equilibrio entre la oferta y la demanda. Sin embargo, en estos momentos se están produciendo unos eventos que están distorsionando los precios de la leche y, lamentablemente, estamos viendo que empiezan a hundirse de forma paralela el precio de la leche de vaca y la de cabra y oveja. La única que se salva es la leche de oveja manchega», ‘protegida’ por su categoría para elaborar quesos.
El represente de la asociación agraria recordó que el precio de la leche constituye el 70% del ingreso de los ganaderos y que su pérdida de valor incide directamente en la cuenta de resultados de los ganaderos. Ante esta problemática, reclamó el cumplimiento de los contratos entre los productores y la industrias, si bien reconoció la posibilidad de que haya cierta flexibilidad.
Además, Asaja exigirá al Ministerio de Agricultura que, «de una vez por todas, se garantice la trazabilidad de los productos» y que se informe del porcentaje de leche que hay en cada lácteo.
El consejero de Agricultura del Gobierno regional, Francisco Martínez Arroyo, también se pronunció el viernes sobre el fin de las cuotas lácteas, de las que se cumple ahora un año y cuya principal consecuencia fue la caída libre de los precios. El responsable regional indicó que, al desaparecer los instrumentos públicos que limitaban la producción, ésta ha aumentado «por encima de lo que el mercado es capaz de absorber». En la región puede haber unos 260 ganaderos de vacuno a los que calificó como «los más competitivos de España» y se mostró convencido de que, «entre todos», se conseguirá que tengan «la suficiente renta y el suficiente futuro». De hecho, hoy mismo está prevista una reunión del consejero con la industria láctea en Talavera de la Reina para analizar la situación.
Mirando al cielo. La falta de precipitaciones que viene sufriendo el campo manchego es otro de los grandes quebraderos de cabeza del sector. Las lluvias favorecen la aparición de pastos y su ausencia obliga a los ganaderos a alimentar con piensos a los animales. Florencio Rodríguez reclamó a la administración que estudie ayudas por la sequía de la ganadería que sirvan para paliar una parte de esta crisis de un sector «prácticamente en situación de asfixia». Para el secretario provincial de Asaja, la nueva PAC puede ayudar en parte a la ganadería, puesto que incluye una línea de subvenciones propias, aunque reclamó también que «se aceleren» los pagos pendientes.
http://www.latribunadeciudadreal.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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