El temido acuerdo comercial que negocian Estados Unidos y la Unión Europea, conocido como TTIP, por sus siglas en inglés, puede suponer un reguero de pérdidas para la agricultura europea por la libre entrada de productos norteamericanos en territorio europeo. Esta es la denuncia que ha hecho la organización sin ánimo de lucro Amigos de la Tierra en un informe presentado este miércoles en Madrid.
Los analistas prevén una caída de hasta el 0,8% de la contribución de la agricultura al Producto Interior Bruto (PIB) en la UE, mientras que en EEUU aumentaría un 1,9% por el permiso de entrada en Europa de muchos de sus productos alimentarios, ahora prohibidos. Un intercambio comercial que pone en riesgo el futuro de un sector agrario que cuenta con una facturación anual estimada de 1,2 billones de euros, según concluye el informe ‘El TTIP, sembrando pérdidas para el sector agrario’, elaborado por Amigos de la Tierra.
Los productores agrícolas norteamericanos son los únicos que saldrán beneficiados por el actual TTIP
Esta es una conclusión que no solo mantienen los expertos ecologistas, el Departamento de Agricultura de EEUU también ha concluido que los precios percibidos por los agricultores al otro lado del Atlántico caerán en todos los sectores. Esto supone que si el TTIP se llega a aprobar tal y como está, «tendrá graves impactos» en muchos sectores y los agricultores europeos encontrarán «serios problemas» para mantener su actividad, concluye el informe.
El único sector que podría tener beneficios con este acuerdo sería el de de los quesos, pero incluso este depende de que EEUU realice cambios en las «medidas no arancelarias» que utiliza para restringir el comercio. Los productores que suministran a la UE desde otras regiones del mundo también se verían afectados por el desplazamiento del comercio a los productores norteamericanos. Al final, estos últimos son los únicos que salen ganando.
Las denominaciones de origen
Las denominaciones de origen, como son el vino de Rioja, el queso Manchego o el plátano de Canarias, confieren un estatus de protección a ciertos productos regionales. Las ventas de estos alimentos y vinos con etiqueta geográfica suponen cerca del 6% del total dentro de la UE. La Comisión Europea ha dado mucha importancia a obtener protección para estos etiquetados dentro del acuerdo del TTIP, pero se han encontrado con una oposición feroz por parte de los lobbies y el Congreso estadounidenses.
Una de las prioridades de la UE es proteger sus productos con denominación de origen
Se da la circunstancia que el 90% de las exportaciones fuera de la UE son de vinos y bebidas espirituosas, pero los mercados nacionales y comunitarios son mucho más importantes para los productores de alimentos con denominación de origen. Solo tres estados miembros (Francia, Italia y Reino Unido) eran responsables del 86 % de estas últimas en 2010 con champán, coñac, whisky escocés, y los quesos Grana Padano y Parmigiano Reggiano.
Los expertos alertan de que aún consiguiendo un buen acuerdo para estos productos, lo más probable es que solo beneficie a un grupo específico de productores en unos pocos países miembros. «En su afán por obtener un acuerdo, la Comisión esté desatendiendo los intereses de otros sectores agrícolas», explican.
La llegada de los productos norteamericanos
Lo más temido por los expertos es la llegada de los productos alimentarios norteamericanos, ya que sus estándares de seguridad alimentaria, bienestar animal y protección medioambiental son más bajos. Los estudios predicen que, si se eliminan los aranceles de la UE, se producirá una llegada de hasta 3.000 millones de dólares en importaciones de carne de vacuno, que se venderán a un precio mucho más barato en los supermercados europeos. Esto puede generar «consecuencias sociales y medioambientales potencialmente amplias para algunas regiones de la UE» con una reducción de ingresos para los ganaderos de entre el 40% y el 50%, explica en informe.
La entrada masiva de carne de vacuno desde EEUU puede tener consecuencias sociales y medioambientales
El comercio de lácteos, los cambios a las cuotas de leche de la UE y al régimen de subvenciones puede cambiar de formal radical. También se estima que las exportaciones estadounidenses aumentarían hasta los 5.400 millones de dólares y las exportaciones europeas crecerían hasta los 3.700 millones de dólares. Los productores de lácteos europeos podrían ver cómo caen los precios y, en algunos estados miembros, en concreto Austria, Benelux y Reino Unido, se prevé que caiga el valor de toda su industria de lácteo.
La producción de carne de porcino en la UE duplica a la estadounidense y cuenta con estándares de bienestar animal más estrictos. El mercado comunitario sólo es superado por el chino, y los lobbies de los productores estadounidenses están muy interesados en acceder a él, pero entre el 60 % y el 80 % de los cerdos estadounidenses son tratados con hormonas, que serían aceptadas. Esto podría llevar a una caída en el sector de las “carnes blancas” comunitarias, de hasta un 9 % en los países bálticos, así como «importaciones extra significativas».
Por último, los cultivos europeos de vegetales y cereales solo se verían afectados por la gran exportación estadounidense de soja y harina de soja, ya que la producción europea es muy pequeña. Para los productos avícolas o huevos, el ministerio de agricultura estadounidense sólo predice un pequeño aumento en la exportación, ya que su producción seguirá enfrentada a una fuerte competencia por parte de Brasil y Tailandia, que son actualmente las principales fuentes de importación en la UE.
http://www.bez.es/35040862/ttipperdidasparaagricultura.html
