Permitirá distinguir en los envases las producciones nacionales de las procedentes de otros países, como ya sucede en Francia o Italia.
Clarificar el origen de la leche es una cuestión que no solo preocupa a ganaderos, organizaciones agrarias y a algunos partidos políticos, también al Gobierno central. De hecho, el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente trabaja ya en este sentido. Desde hace semanas, empleados de esta administración estatal tratan de definir «un proyecto de norma que regule la identificación del origen de la leche», según aseguraron a EL COMERCIO fuentes del propio ministerio.
Desde el Gobierno central aún no quieren avanzar más detalles sobre esta iniciativa, por lo que se desconoce si afectará a todo tipo de producciones lácteas o si permitirá distinguir entre las leches producidas en una u otra región del país. Lo que sí es seguro es que los consumidores podrán, al menos y a falta de que se desarrolle toda la nueva normativa, ver en el tretabrik si la leche que van a consumir ha sido ordeñada en España o en el extranjero.
La iniciativa del Gobierno busca dar respuesta a las demandas del sector a nivel nacional. No es una petición nueva, pero sí que se repite cada cierto tiempo dado que la Administración estatal no la atendido aún. Esta fue una de las reclamaciones que se realizaron durante la denominada ‘marcha blanca’ en la que participaron ganaderos del norte del país durante el verano de 2015 asfixiados por la caída de precios en origen tras el final de las cuotas lácteas y la mayor competencia internacional. Hay que recordar que España es un país deficitario en materia láctea ya que la cuota fijada para el país antes del fin de este sistema de regulación era de casi 6,5 millones de toneladas y el consumo superaba los 9 millones de toneladas, lo que implica que para satisfacer la demanda nacional hay que importar una cantidad de producto lácteo extranjero.
Una medida de estas características es reclamada desde hace años por el sector
A nivel autonómico fueron numerosas las voces que el pasado mes de noviembre reclamaron una medida de ámbito más regional. Partidos políticos como Podemos pidieron una Denominación de Origen para la leche producida en Asturias. Lo hizo la diputada Paula Valero, destacando la calidad de esta producción. «Aunque la leche asturiana es la más sana de Europa, según un estudio del CSIC, los consumidores que quieran adquirirla no pueden identificarla, dado que no existe la obligación de etiquetar el origen del producto», manifestó Valero. Desde Podemos entendían que «solo una marca de calidad de nivel regional serviría para distinguir el origen de la leche asturiana y atender la demanda de los consumidores que quieran comprar leche producida en Asturias».
«No hubo avances»
Desde organizaciones agrarias como COAG, su secretaria regional recordó entonces que una iniciativa de este estilo ya se planteó a la Consejería de Desarrollo Rural hace dos años. Según Mercedes Cruzado, «nos dijeron que trabajarían en ello, pero no ha habido avances». Aseguró también Cruzado que en su día mantuvieron conversaciones con los distribuidores para tratar la cuestión y que los representantes de este eslabón de la cadena alimentaria «se mostraron encantados de que hubiera una marca de calidad», similar a la que ya existe para otras producciones asturianas.
La consejera de Desarrollo Rural indicó en la Junta que cualquier operador puede identificar el origen de la leche en su etiquetado, siempre y cuando éste sea sometido al correspondiente control de trazabilidad que lo avale. El Gobierno regional recordó que la identificación del origen del producto es una competencia estatal. En la consejería tienen conocimiento del decreto en el que trabaja el ministerio para obligar a incorporar en el etiquetado la referencia al país donde la leche fue ordeñada, procesada y envasada, medida que ya aplican en Francia o en Italia.
http://www.elcomercio.es/asturias/201612/21/ministerio-establecera-norma-para-20161221002615-v.html
