El mercado lácteo sufre más sin cuotas

Las expectativas con el fin de los cupos se han desvanecido por un exceso de producción que ha hundido los precios.
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Las expectativas con el fin de los cupos se han desvanecido por un exceso de producción que ha hundido los precios.
Pocos podían predecir, hace justamente un año, que la desaparición de las cuotas lácteas traería consigo unas consecuencias tan nefastas para los ganaderos gallegos. La supresión de los cupos tras treinta años se veía como una oportunidad única para que Galicia, novena región productora de Europa, pudiese agrandar su potencial en un estado claramente excedentario que apenas alcanza a cubrir el 75 % de sus necesidades lácteas. Incluso los propios ganaderos veían su futuro con cierto optimismo. Tras gastar ingentes cantidades de dinero en la compra de más cuota o de verse obligados a contener la producción bajo amenaza de multa, la liberalización del mercado les abría las puertas a poder ampliar sus explotaciones.
Nada más lejos de la realidad. En vez de registrarse un incremento sostenido de la oferta (un 1 % anual en Europa), la producción se ha disparado al 3 % e incluso países como Irlanda ha llegado a superar el 20?%. Este aumento coincide en el tiempo con cifras récord en Estados Unidos y Nueva Zelanda, el primer productor y el mayor exportador de lácteos, respectivamente. Por si no fuesen suficientes contratiempos, Rusia decreta un veto a las importaciones de la UE, y China ralentiza sus compras de queso, mantequilla y leche en polvo.
Esta coyuntura ha derivado en un severo desequilibrio entre la oferta y la demanda que, a su vez, ha desplomado las cotizaciones en origen a su nivel más bajo del último lustro. Las industrias empiezan a establecer límites al volumen de leche que recogen a cada ganadero -los excesos se los liquidan a precios irrisorios- y hasta la propia Comisión Europea aconseja autorregulación. O, dicho de otra manera, que sean los propios ganaderos los que lleven a cabo una reducción voluntaria de la producción como única forma de reequilibrar el balance y recuperar los precios.
Se desconoce por el momento el alcance que tendrá esta medida y si, finalmente, logrará su objetivo. Las dudas que plantea (no existen precedentes al respecto) han llevado a algunos países a proponer incluso la puesta en marcha de nuevos mecanismos de regulación de los mercados que realicen las funciones que antes desempeñaban las cuotas.
Sea como fuere, la situación ha pillado con el pie cambiado a un buen número de granjas gallegas que los últimos años habían invertido importantes cantidades en ampliar y modernizar sus establos y que ahora no logran encontrar comprador para la leche de sus vacas.
http://www.lavozdegalicia.es

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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