Los ganaderos gallegos exigen al Ministerio de Agricultura que si decide contener la producción garantice también una reducción de la entrada de leche foránea.
Después de una campaña sin cuotas lácteas en la que la liberalización del mercado ha provocado un exceso de producción de leche en los países comunitarios, la Unión Europea propuso el pasado marzo abrir la posibilidad a que las organizaciones de productores y cooperativas llegasen a acuerdos voluntarios para reducir el volumen de entregas. La ministra de Agricultura en funciones, Isabel García Tejerina, anunció en Bruselas a principios de esta semana que en España sopesa ofrecer incentivos a los ganaderos que se acojan a los acuerdos comunitarios de retirar de forma voluntaria la leche del mercado. Aunque todavía no se ha tomado una decisión, Tejerina anunció que hay una recaudación de fondos para poner en marcha esta medida.
Tras este anuncio, la incertidumbre se ha apoderado del campo gallego que se pregunta a qué explotaciones irán dirigidos estos incentivos y de qué forma se van a aplicar pero, en todo caso, dudan de que la propuesta llegue a materializarse porque hasta ahora «ningún país de la UE ha tomado medidas para reducir su producción, más bien todo lo contrario». En este sentido, los sindicatos agrarios temen que si España lo hace de forma «unilateral» y no «en coordinación y consenso» con el resto de Estados miembros se aboca a Galicia -destacan- a aumentar las importaciones de leche foránea. A Coruña y Lugo son precisamente las provincias españolas que ya en la actualidad lideran las compras de leche procedente de otros países y además Galicia importa la mitad de la leche líquida que entra en España en un contexto de crisis en el sector en el que los ganaderos gallegos se ven obligados a pagar los excedentes a por debajo de los 18 céntimos por litro, 16 menos de lo que cuesta producirlo. Por eso, el Sindicato Labrego Galego (SLG) propuso en la última reunión de la Interprofesional Láctea (Inlac) que si se produce una reducción de entregas para estabilizar el mercado lácteo esta «dinámica de contención» tiene que ir acompañada de «un compromiso por parte de todo el sector lácteo para reducir las importaciones».
Desde Unións Agrarias se preguntan por qué España tiene que bajar el nivel de producción si es un país deficitario -los 6,7 millones de toneladas de leche que se producen al año no cubren el consumo interno cifrado en unos nueve millones- y en otros excedentarios no hay voluntad de aplicar esos acuerdos. El secretario xeral de Unións Agrarias, Roberto García, cree que si la contención de la producción no se hace de forma coordinada en toda la UE se produciría una «deslocalización» entre países, igual que existe en España entre Galicia donde «se presiona con bajos precios para recortar las entregas» y otras comunidades como Andalucía y Murcia en las que, por el contrario, se fomenta producir más.
Los sindicatos exigen al Ministerio de Agricultura que aclare además si en caso de ofrecer incentivos qué criterios se aplicarían. Creen que solo tendría sentido en granjas sin relevo generacional que estén a punto de cerrar y así se favorezca la prejubilación de los propietarios. Por eso reclaman, que si este anuncio sale adelante el Gobierno central debe especificar qué granjas deben acogerse para no comprometer la viabilidad de las demás.
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