Saben lo que quieren construir, el gran grupo lácteo gallego, ni más ni menos; saben cómo hacerlo, ganando tamaño y apostando por productos de valor añadido; y tienen aquí el espejo en el que mirarse para afinar su hoja de ruta, Coren, la mayor cooperativa del sector agroalimentario español, con 3.500 socios y 3.000 empleados.
Su éxito se basa en la economía de escala y en la diversificación para adaptarse a los gustos cambiantes del mercado.
El grupo que lidera la familia Gómez Franqueira exporta ya el 30 % de lo que produce, con una apuesta en la que combina con sabiduría la innovación, la calidad y el arraigo. Coren es una cooperativa cien por cien gallega, capaz de regatear la crisis de los mercados tradicionales del cerdo y el pollo con ofertas propias, desde los huevos camperos hasta el porcino alimentado con castañas, pasando por su línea de jamones, que la acercaron el año pasado al techo de los mil millones de facturación.
Ahí, sin duda, debe inspirarse la ilusionante aventura que, con todas las bendiciones del Gobierno de Feijóo, emprenden los casi cuatro mil ganaderos de Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto que ayer refrendaron por abrumadoras mayorías, por encima del 90 %, el proyecto de fusión en el que llevan trabajando dos años.
Que Xallas se haya descolgado en el último momento es un revés, sin duda, pero no debe frenar la apuesta más sensata en décadas para dinamizar un sector muy debilitado por el minifundismo y por la crisis de los precios de la leche. Todos los expertos coinciden en que, de aquí al año 2025, el consumo de leche aumentará en veinte mil millones de litros anuales, acaparados en su mayoría por los países emergentes.
Si Galicia quiere posicionarse en ese mercado –y debe hacerlo, cueste lo que cueste–, necesita tener un gran grupo lácteo que sea capaz de comercializar todo lo que produzca –ahora, el 30 % de la leche que se produce aquí sale directamente en cisternas, porque no tenemos industrias transformadoras– y de ofrecer mucho valor añadido.
En Galicia hacen falta granjas más grandes y capaces de producir más. Ese es el abecé del negocio lechero. Por eso, la fusión de Feiraco, Os Irmandiños y Melisanto es un acertado primer paso que ayudará a despejar el futuro del sector.
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