Hablar de Cornisa Cantábrica es hacerlo de la producción de leche vaca. Y es que esta zona ha estado siempre tradicionalmente especializada en este sector. Hoy en día, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco concentran el 79 por ciento de las explotaciones lecheras, así como el 60 por ciento de las vacas lecheras y el 57 por ciento de la producción de leche en España.
Una importante actividad que tiene un peso propio en Cantabria, que concentra a alrededor de 1.300 productores de vacuno de leche -el 8,7 por ciento del total de España-, situándose como la tercera comunidad en número tan solo por detrás de Galicia y Asturias. Esta producción lechera es clave en la economía de esta comunidad, ya que contribuye con la mitad del valor económico de la producción final agraria.
Y toda esta importancia se quiere poner en valor para potenciarla a través de la investigación que se está llevando a cabo con el fin de identificar aquellos atributos diferenciales y de trazabilidad, que son atribuibles a los sistemas productivos de la Cornisa Cantábrica basados en la alimentación del ganado con pastos y forrajes verdes.
CIFA está coordinando el proyecto «Hacia una producción de leche ligada al territorio. Búsqueda de un sistema de autentificación del origen de la leche de vacuno en función del sistema de producción», que cuenta con la participación de otros centros de investigación agraria como SERIDA (Asturias) y CIAM (Galicia) y con la financiación del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA).
El objetivo es «la identificación de biomarcadores específicos en la leche de vaca que posibiliten su autentificación en función del sistema de producción, así como la tipificación de la leche producida en base a una alimentación rica en pastos y forrajes objetivos de estos pastos», según ha explicado Miguel Ángel Cuevas, director general de Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de Cantabria.
Con este proyecto, también se analiza «el potencial territorial de la Cornisa Cantábrica y Galicia para producir una leche en base a forrajes procedentes de pastos y praderas plurianuales». En la actualidad, la práctica totalidad de la leche de vaca producida en España -también en Cantabria-, procede de vacas de la raza Frisona. «Lo que el proyecto pretende estudiar son los atributos diferenciales y de trazabilidad».
En relación con los pastos, CIFA trabaja en el proyecto «Estrategias para frenar la matorralización y fomentar la producción animal en pastoreo en la montaña cantábrica y gallega», que cuenta con financiación de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y que tiene, de nuevo, la colaboración de los centros SERIDA, CIAM y también CTC, este último igualmente de Galicia.
La finalidad es «mejorar e integrar el conocimiento científico de aspectos relacionados con la mejora de pastos y la gestión de pastoreo en áreas de la media montaña atlántica del norte de España con graves problemas de gestión, matorralización, incendios forestales, erosión del suelo y abandono de la ganadería extensiva».
Se pretende así «ofrecer a los actores implicados -propietarios, gestores y ganaderos-, herramientas para elegir las opciones más adecuadas de gestión pastoral en cada monte», según sus peculiaridades tanto físicas como biológicas y sociales. Además, se quiere «mejorar la productividad animal y la provisión de otros servicios ecosistémicos clave de regulación y soporte: reducir incendios, aumentar la biodiversidad y mejorar la fertilidad y la capacidad de secuestro de carbono en los suelos.
De la leche al cultivo de arándanos
Estas son algunas de las líneas de investigación de CIFA, que en la actualidad tiene 12 proyectos activos. El centro -con 16 personas en plantilla entre personal investigador, técnico y administrativo-, trabaja en cuatro grandes áreas temáticas, dentro de las que se engloba la especializada en hortofruticultura para buscar alternativas de diversificación en el sector agrario, que ha estado centrado en la producción de leche de vaca hasta hace pocos años.
Las investigaciones desarrolladas han permitido recuperar el cultivo de la vid y la implantación de pequeños frutos como el arándano, que tiene un incipiente desarrollo en esta autonomía, gracias a los conocimientos sobre las diferentes técnicas, variedades y canales de comercialización y el entorno favorable para su cultivo en esta comunidad por sus condiciones climáticas -temperaturas suaves y precipitaciones abundantes- y edáficas.
Además, ahora se está trabajando con otros cultivos a nivel experimental como la fresa y se investiga en la conservación y puesta en valor de los recursos filogenéticos locales en especies frutales y hortícolas. Igualmente, se incide en la sanidad vegetal.
Estas áreas de investigación se complementan con las relacionadas con la calidad de los alimentos de origen animal, «determinando sus características físico-químicas, microbiológicas y sensoriales, sus beneficios para la salud del consumidor y la seguridad de producción», así como sobre los sistemas de producción animal, que se centran en la interacción entre el ganado y el territorio para buscar sistemas ganaderos que optimicen la producción ganadera y la sostenibilidad de los recursos forrajeros.
CIFA también realiza estudios socioeconómicos como el del sector vacuno lechero de Cantabria para planificar programas y medidas de apoyo al sector, aparte de prestar los servicios de formación agraria, transferencia de la tecnología y Biblioteca Regional Agraria.
Con una trayectoria de 49 años, CIFA está integrado en la Consejería de Medio rural, Pesca y Alimentación. Está en tramitación el anteproyecto de Ley por el que se regula el Instituto para el Desarrollo Rural de Cantabria (IDERCAN) en el que se integraría.
