Casi un centenar de puntos integrales de leche se han instalado en cooperativas villaclareñas, con el propósito de perfeccionar los métodos de control y calidad del lácteo, además de completar su ciclo de enfriamiento.
De acuerdo con Guillermo Quintero García, miembro del Buró Provincial de la Anap (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños) al frente de la esfera agroalimentaria, todos los puntos colocados hasta la fecha hacen la prueba de aceptación de la leche (acidez, mastitis, densidad). Sin embargo, solo 40 prestan los servicios de reproducción asistida, 72 los de asistencia veterinaria, y 87 cuentan con el registro pecuario (Cencop). «Ante las dificultades para proveer de personal y locales todos los servicios, acordamos hacer ambulatorios los de veterinaria y el Cencop en algunos casos, hasta que logremos satisfacer la demanda», explicó.
Actualmente, los mayores inconvenientes dentro del sector cooperativo-campesino del territorio se presentan en la prueba de calidad por la reductasa (para medir cantidad de bacterias en la leche), pues las unidades procesadoras de lácteos, responsables de aplicarla, alegan no contar con los medios necesarios, según trascendió en la asamblea provincial de balance de la Anap, efectuada en días pasados.
La reductasa resulta una prueba de bonificación para los ganaderos, pues adiciona 50 centavos por cada litro de leche en óptimas condiciones. De ahí la necesidad de cumplir el procedimiento en cada base productiva, pues podría incrementar el valor de cada unidad, sobre todo tras la aprobación del aumento de los precios de compra del líquido —en vigor desde junio pasado, bajo el amparo de la Resolución 236 del Ministerio de Finanzas y Precios—, y el promedio de 4.50 pesos por litro vigente entre los anapistas de la provincia.
http://www.vanguardia.cu
