A pesar de ello, no atraviesa por su mejor momento. Los bajos precios de la leche hacen inviable el eslabón primario de la producción del sector, dada la estructura de mercado, pues no existen centros de acopio suficientes para el almacenamiento de este producto perecedero, y existen muy pocos procesadores que se permiten bajar los precios de manera unánime.
Fuente: DIAN
Sucre y Santander ayudan a ilustrar esta situación. En el primero, la falta de tanques de enfriamiento obliga a los productores a vender la leche a los intermediarios a precios cada vez más bajos. La leche cruda se comercializa en valores cercanos a los 500 pesos por litro, cuando normalmente debería estar en 900 pesos. Esto corresponde a una devaluación en el precio de compra del 44%. Mientras tanto, en Santander, los productores se ven obligados a botar la leche, ya que el producto se acidifica al no contar con una infraestructura de frío y deja de ser apto para el consumo humano.
Paralelamente, la temporada invernal que afrontó el país durante el año ha afectado gravemente el mercado interno de la leche. De acuerdo con Jorge Martínez, presidente de Asoleche, generó excedentes en la oferta y afectó el acopio, dado que las procesadoras no pueden responder ante la sobreproducción. Quindío fue uno de los departamentos más afectados con este suceso. Se estima que el 30% de la producción de leche allí resultó afectada.
Hoy en el país se producen cerca de 18,5 millones de litros de leche al día, con una sobreoferta que supera los 180 mil litros. De acuerdo con Asgana, durante el último año el volumen de acopio ha crecido un 7,2%, al pasar de 8.791.627 litros en 2016 a 9.343.407 en 2017. De cara a esta problemática, el gobierno central ha manifestado que ya comenzó la implementación de un plan de apoyo para los productores, de manera que se contrarresten las pérdidas de la industria. El Ministerio de Agricultura, bajo la “cobertura al diferencial de precios” empezó a pagar desde junio 220 pesos por litro, que corresponden a la diferencia que la industria no paga a los productores en la compra del producto para direccionarlo a las zonas deprimidas del campo colombiano.
El próximo año, según Analac, se ha manifestado que el panorama por el cual transitará el sector será más complejo. Se prevé que las importaciones masivas de leche en polvo y lacto sueros sean una realidad en el país, dado los acuerdos que se tienen con Estados Unidos y la Unión Europea. Las perspectivas del sector parecen ahondar en el problema de la informalidad debido a la limitación de compra en la industria formal y con el ánimo de no perder la producción, el fenómeno de las ventas clandestinas se ha ido ahondando.
