Las granjas lecheras y las vacas ‘temen’ a los almendros y su leche en EEUU

La leche de vaca sigue siendo la reina en Occidente. El complemento perfecto de los estadounidenses para un sándwich de crema de cacahuete. Pero en los últimos años está empezando a pesar sobre este sector la presión que hace un fruto muy pequeño, la almendra.
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La leche de vaca sigue siendo la reina en Occidente. El complemento perfecto de los estadounidenses para un sándwich de crema de cacahuete. Pero en los últimos años está empezando a pesar sobre este sector la presión que hace un fruto muy pequeño, la almendra.
A pesar de que los representantes del sector lácteo (de vaca) no paran de realizar comentarios negativos de la leche de almendra, la expansión de este producto junto con el de otros tipos de leche parece imparable. Chris Galen, portavoz de la Federación Nacional de Productores Lácteos, asegura que «no se puede sacar leche de una almendra. Hay que agregar un montón de otros ingredientes para que parezca leche».
Galen tiene razón, obviamente, como puede dar fe cualquiera que haya tratado de ordeñar una almendra. La leche de almendras contiene sólo contiene un 2% de almendras y mucha agua, vitaminas y agentes gelificantes. Pero los números no mienten. Las ventas estadounidenses de leche de almendras aumentaron un 4,2% el año pasado hasta alcanzar una cifra de 1.000 millones de dólares. Al mismo tiempo, si bien los estadounidenses están bebiendo más leche de vaca orgánica y entera, las variedades bajas en grasa están cayendo en picado: el consumo de leche desnatada bajó un 13% interanual, de acuerdo con los datos de junio del Departamento de Agricultura.
Reemplazar las vacas
Pero el verdadero golpe al sector lácteo es el reemplazo generalizado de las vacas por almendro. California es el mayor productor estadounidense tanto de lácteos (alrededor de un tercio más que el segundo, Wisconsin) como de almendras (80% de la producción mundial).
La tierra que el estado destina a los almendros está en constante aumento -en la última década se sumaron 141.640 hectáreas, lo suficiente para duplicar la cosecha en 900.000 kilogramos, según Rabobank, mientras que el estado ha perdido unas 10.000 vacas lecheras este año.
Entre los culpables figuran el nuevo salario mínimo más alto en California, que reduce los márgenes de beneficios en los establecimientos lecheros, que requieren un uso más intensivo de mano de obra que los almendros, y restricciones obligatorias al consumo de agua en el fértil Valle Central debido a una sequía que dura años. Esto está extendiendo el cultivo de almendras a lugares donde antes era poco frecuente, como las granjas lecheras.
«La almendra tiene ahora el don de la ubicuidad», asegura Richard Waycott, máximo responsable de la Junta de la Almendra de California, que representa a 6.800 productores. «La demanda de almendras ha aumentado prácticamente en todos los mercados a los que abastecemos».
Aunque la leche de almendra sólo lleva un 2% del fruto que le da el nombre, no tiene lactosa y se digiere mejor que la leche de vaca. Por otro lado, es un producto rico en antioxidantes y que cuenta con minerales como el potasio o el calcio. Además, tiene menos calorías que la leche de soja y su sabor es casi inigualable para la leche de soja o vaca.
http://www.eleconomista.es/nutricion/noticias/7821961/09/16/Las-granjas-lechera-comienzan-a-tener-miedo-de-los-almendros-en-EEUU.html

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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