La disminución en el pago por litro de leche a los productores ha perjudicado al sector, con lo que las procesadoras disminuyen la compra del producto a los lecheros del campo. A esto se le suma la temporada invernal que afecta el acopio de los productores, pues las lluvias generan excedentes en la producción y los procesadores pueden comprar solo en la medida que puedan almacenar.
Tras darse a conocer los bajos precios de venta de la leche y sus derivados, 5 empresas transformadoras de lácteos decidieron suspender sus actividades en Cartagena. Estas pérdidas económicas se evidenciaron también en municipios como Florencia, San Vicente del Caguán y Valparaíso.
Por otro lado, las exportaciones de productos lácteos se han visto considerablemente disminuidas en el último año. El Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural lanzó una propuesta de resolución en la cual se establece un precio único para la leche de 745 pesos para exportación.
Ante esto, la Cámara Gremial de la Leche que agrupa a asociaciones de productores lecheros como Asogan, Comité de Ganaderos del Caquetá, Asojersey, Asosimmental y Asocriollo, entre otros, por medio de un comunicado manifestó el rechazo a dicha medida, asegurando que empeoraría el nivel de vida de los productores de lácteos, pues los niveles de importación han subido hasta alcanzar 14 mil toneladas y deberían vender la leche para exportar a un precio inferior.
Los costos de producción láctea en Colombia son muy elevados, y los inviernos generan una baja hasta del 25% en la cantidad de litros producida, pero este no es el único problema que afecta la producción, pues el sector se encuentra sometido al contrabando desde Venezuela de productos lácteos, especialmente de queso industrial, que puede llegar a ser 4 veces más barato que el producido en el departamento de Magdalena.
Otro de los problemas es la acumulación de la tierra de grandes terratenientes, que la dedican a la ganadería extensiva sin verse obligados a mejorar las técnicas productivas, y por lo tanto no generan esparcimiento tecnológico, contando con los recursos. A esto se le suma que los fertilizantes y pesticidas utilizados son importados y se sujetan a incrementos ante la fortaleza del dólar. Un agravante más es que de los 18 millones de litros que produce el país por día, sólo el 50% tiene una comercialización formal.
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