El gerente de Colácteos Héctor Alfredo Bucheli aclaró a DIARIO DEL SUR que la cooperativa no está quebrada, tras indicar que en un informe del área financiera contenido en el boletín de la asamblea general ordinaria presentada en el municipio de Pupiales 2016 se destacan importantes ingresos por ventas.
Frente a ello sostuvo que el año anterior se tuvieron ventas totales de aproximadamente $111 mil millones, los cuales indicó que con descuentos esa cifra se redondeó a los $106 mil millones.
Dijo que en ese ejercicio del estado de resultados y excedentes la Cooperativa da para aquel período $566 millones 600 en excedentes.
“Colácteos tiene un patrimonio de 31 mil millones 588 mil pesos. Pasivo más patrimonio sobre todas las cuentas por pagar tenemos un balance del estado de la situación financiera de 52 mil 900 millones”, dijo.
Activo corriente
Además explicó que el activo corriente que es el apalancamiento de la cooperativa es de $29 mil 363 millones. “Con unos activos de ese rango Colácteos no puede estar quebrada ni por los ingresos, ni por los egresos, ni por las cuentas por pagar, las cuales suman $14 mil millones que están representadas en proveedores, impuestos a las ventas en fin, entre otras obligaciones”, expresó.
También sostuvo que existen otros rubros del balance que están relacionados con cuentas por cobrar por el orden de los $10 mil 344 millones que según el gerente son el movimiento de la cartera.
“Pero lo más importante en este balance son nuestros inventarios. Nosotros tenemos inventarios en materiales, suministros, bienes transformados, solamente productos en proceso y en este balance suman $9 mil millones”, expresó.
“Entonces se puede ver que la plata está invertida en la empresa, está en inventarios, está en cartera y eso le da una solidez que garantiza por balances, por números que la situación financiera de la Cooperativa es satisfactoria y no está quebrada”, argumentó.
Destacó que al observar la proporción de pasivos sobre patrimonio es mucho más alto del 70%.
Honorables asociados
Respecto al hurto registrado en la planta Aranda dijo que está completamente aislado de cualquier compromiso de funcionarios de alto nivel de la Cooperativa.
“Desafortunadamente en ese sitio, por la forma en que se hacen los despachos, la anterior administración en cabeza del anterior gerente Iván Caviedes detectaron que había un robo continuado de yogur en las diferentes presentaciones. Ellos lo detectaron en su tiempo y como administración instauraron una denuncia ante la Fiscalía General de la Nación. Estuvieron agentes del CTI y un fiscal delegado quienes hicieron todas las averiguaciones”, manifestó.
Destacó que una vez el consejo de administración solicitó información, llamó a la administración en pleno para que entregara el informe sobre ese robo. “Quienes salieron directamente implicados con nombres, no conozco en detalle porque es objeto de investigación de la Fiscalía, y eso fue anterior a mi vinculación como gerente”, sostuvo.
“Lo que puedo informar es que 2 o 3 personas han salido de la cooperativa que estaban en el canal de entrega de productos, donde se produjo esa situación. Sin decir que ellos personalmente sean los responsables, porque los desconozco”, dijo.
Pese a las acusaciones que supuestos agremiados hicieron contra el exgerente de Colácteos Iván Caviedes y su hijo Andrés Caviedes, este medio de comunicación rectifica que dichos asociados son honorables ciudadanos y que no tuvieron nada que ver con los referidos ilícitos.
Auditoría externa
Recordó que eso sucedió en el 2016 y según él, se percataron de ese asunto entre marzo y abril.
“Nosotros nos enteramos en octubre del 2016. Llamamos a la administración, solicitamos a la auditora interna información sobre todos los controles de la planta Aranda y de todo lo que se estaba haciendo allá”, manifestó.
“Dicha señora manifestó que tenía presión por personas extrañas a la Cooperativa, quienes la habían amenazado. Nosotros en aras de cuidar la integridad de ella contratamos una auditoría externa con autorización del consejo administrativo y de Iván Caviedes”, aseguró.
Afirmó que inicialmente se les había informado que el robo era de $70 millones y luego de que se hicieron todos los trámites la aseguradora cubrió parte de ese ilícito.
“Al final del resultado conocimos que el robo había sido de $288 millones. Esos productos que se robaron de la planta fueron negociados obviamente sin factura en tiendas de los barrios de la periferia de la ciudad”, argumentó.
Sobrecosto a leche de cabra
Respecto al sobrecosto de la leche de cabra dijo “que era un insumo que se le proveía a la Cooperativa a un valor más alto que el precio de la leche de vaca.
Por diferencia de valores la leche de vaca que de acuerdo a calidad y composición suele estar entre $1.100 y $1.200, mientras que la leche de cabra se estaba pagando a $6.000 porque ese es el precio que se fijó en la Cooperativa”, explicó.
“La auditoría externa encontró que los sobrecostos estaban afectando la rentabilidad. Al tener indicios de que era una materia prima costosa, el consejo y la asamblea decidieron que se suspenda la captación de la leche de cabra y por ende sus procesos por no representar una rentabilidad a la Cooperativa acorde a la inversión que se estaba haciendo”, indicó.
“En ese tiempo eran dos los proveedores de leche de cabra. Uno en mayor y el otro en menor proporción. Ellos tenían sus cabras y nosotros pagamos por leche de cabra”, argumentó.
“El consejo de administración nunca puso en duda y nunca fue motivo de discusión siquiera si la leche que entraba era o no de cabra. Nosotros asumimos de buena fe que nos entregan leche de vaca o de cabra”, dijo.
“Asumo que son comentarios de personas fuera de la cooperativa pero sin mucho conocimiento. Destacó además que la Cooperativa carece de los medios técnicos para identificar una y otra leche. Diría yo que en nuestro medio es imposible hacerlo”, argumentó.
Por su parte el presidente del consejo de administración Álvaro Arteaga aclaró que la Cooperativa no está en quiebra, que la leche de cabra que ingresaba a la planta procesadora en Aranda sí era de cabra y que obviamente los productos fermentados hurtados se vendieron sin factura en negocios de la periferia de Pasto.
