Una receta para superar las complejidades económicas

* Sergio Niklitschek, gerente general de Cooprinsem, recomienda que la forma de poder navegar con los problemas de productividad e ingresos es incorporar tecnología y hacer un manejo estratégico de insumos y servicios.
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* Sergio Niklitschek, gerente general de Cooprinsem, recomienda que la forma de poder navegar con los problemas de productividad e ingresos es incorporar tecnología y hacer un manejo estratégico de insumos y servicios.
Sequía, costos altos, precios internacionales bajos. Pareciera que todo se ha confabulado contra la ganadería sureña. Así, aunque en los últimos años se ha invertido en forma importante en mejoras tecnológicas y genéticas, los productores pareciera que solo nadaran contra la corriente.
Para Sergio Niklitscheck, gerente general de Cooprinsem, empresa que lleva más de 20 años trabajando en incorporar genética y tecnología en el rubro, plantea que, aún teniendo claro que el actual momento es extremadamente difícil, especialmente para los productores lácteos, «es importante tener presente que como en cualquier industria, el rubro ganadero está sujeto a períodos de bonanza y ciclos de crisis como el actual, donde muchos actores quedarán en el camino. Sin embargo, los productores que sean capaces de incorporar mayor tecnología, aumenten su eficiencia y se adapten rápidamente a las cada vez más exigentes regulaciones ambientales, continuarán siendo exitosos y rentables».
Recalca que es importante que en este tipo de situaciones se tomen los resguardos y se realicen los ajustes necesarios, pero sin afectar la producción.
«El principal error frente a un escenario restrictivo es disminuir la marcha de la empresa en forma global, incluyendo aquellos insumos y servicios que son el sostén de la producción. Existe la tendencia a mejorar el flujo de caja a través de una estricta reducción de costos, la que incluye la disminución de la importación de insumos al predio. Sin embargo, esto debe realizarse de manera de no afectar en igual medida la producción. Si no se cuenta con insumos y servicios de uso estratégico, se dificultará el mejoramiento de la eficiencia productiva. El mejor ejemplo es la pradera: mejorar el manejo de pastoreo permitirá reducir la importación de alimentos, aumentando la rentabilidad, y con ello, el flujo de caja».
Insiste en que en cualquier actividad empresarial, el éxito o fracaso pasa fundamentalmente por la capacidad de gestión, conocimiento y actitud de las personas que dirigen el proyecto y que ello también debe considerarse para los pequeños ganaderos.
«Son fundamentales los programas de financiamiento por parte de Indap, acompañados de transferencia tecnológica y capacitación, porque la experiencia ha demostrado que cuando a la agricultura familiar campesina se le entregan las herramientas y el conocimiento, puede llegar a un nivel productivo muy aceptable y con niveles de calidad acordes a lo que necesita el mercado».
Aprovechar lo propio
Uno de los elementos que, tradicionalmente, se ha dicho que impactan e incluso limitan el despegue de la ganadería, especialmente de carne, es que el país tiene una masa ganadera acotada. Para el especialista ese es un elemento secundario, pues considera que el país no tiene las condiciones para manejar ganadería extensiva, como lo hacen Brasil, Argentina, Australia o Estados Unidos, pero sí tiene otras características que se pueden aprovechar, siempre que se enfoque en determinados mercados.
«Dentro del contexto internacional, poseemos importantes diferencias competitivas dadas por nuestro alto estándar sanitario y genético. Dado lo anterior, sí creemos que existe un potencial de crecimiento, pero esto será acotado, exportando a mercados de nicho, y optando a precios competitivos, pero de volúmenes restringidos».
Precisamente eso es lo que se ha venido realizando en los últimos años, a través de inversión en tecnologías -genética- y servicios de punta, lo que, según el especialista, tiene al sector productor con un un estándar similar al de los países de ganadería desarrollada, aunque insiste en que este es un ámbito que se debe seguir cuidando, y precisa que «el avance genético bovino logrado en Chile, ha sido a través de la selección genética de los mejores animales, y de ninguna manera a través de manipulación genética».
Vacas felices, contaminan menos
La ganadería está entre los rubros del agro que más impactan en el cambio climático, producto de la liberación de metano que provoca el rumen, De hecho, se estima que cerca del 25% de la producción de metano mundial es responsabilidad de la actividad bovina y ovina.
Una forma de reducir las emisiones es a través del manejo. «Uno de los principales factores que determina el volumen de metano producido en un rebaño es el número de animales en explotación. Por ello, se considera beneficioso un aumento de la productividad individual por animal, de modo que menos animales sean requeridos para producir la misma cantidad de leche o carne, con un efecto neto de disminución del metano liberado por kilo de carne o litro de leche. Esto se puede logran con mejor alimentación y genética especializada. Mejores prácticas reproductivas reducen el número de animales de reemplazo. La buena noticia es que esto, además, genera mejores rentabilidades para los productores haciendo este sistema autosostenible. En Canadá, por ejemplo, desde 1990 las emisiones de metano se han reducido en 24% por un mejoramiento de la eficiencia de la producción de leche y una reducción asociada del número de vacas».
Pero, además, a nivel global se están realizando investigaciones que permitan cambiar la generación del gas en el interior del animal.
«Actualmente, se están desarrollando moléculas que reducen la producción de metano en el rumen, por lo cual en los próximos años ya los podríamos tener comercialmente en el mercado chileno, que podrían reducir hasta en 28% la emisión de metano. Junto con esto, se estudian métodos de realizar selección genética por menor producción del gas».
Pero no todo es negativo. Parte del metano también se libera a través de los purines. Allí ya hay iniciativas que, a través de biodigestores, convierten el gas en fuente de energía.
Para Niklitschek, es importante que este tipo de iniciativas cuenten con el apoyo institucional.
«Para promover estas iniciativas, que hoy son implementadas por algunos productores, se requieren regulaciones que favorezcan la adopción de estas tecnologías».
El especialista sostiene que el sistema productivo del país también debe ser aprovechado.
«Los sistemas productivos mixtos basados en la pradera son muy sustentables; más amistosos con el medio ambiente; y con un concepto de «vacas felices», constituyen una importante ventaja competitiva».
En cuanto al bienestar animal, plantea que se ha avanzado en forma significativa, porque «es un tema de ética respecto del trato que merecen los seres vivos, como también porque existe una correlación muy positiva entre bienestar animal y producción».
Insiste en que los productores incorporan desde hace años el concepto.
«Saben que las condiciones que afectan el bienestar de sus animales merman la rentabilidad, por lo que continuamente están preocupados de mantener condiciones de manejo propicias y libres de estrés», dice.
24% se han reducido las emisiones de metano por el mejoramiento en la eficiencia productiva de la leche.
Patricia Vildósola Errázuriz
Campo
El Mercurio
http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=258765

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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