Ahora, el miércoles 27 de septiembre, Chile deberá hacerse parte de ello. En una ceremonia en la sede de la FAO, el Estado chileno y el sector lácteo nacional firmarán la adhesión a la Declaración de Rotterdam, en el que se reconoce el aporte que la leche y los lácteos hacen a la nutrición de las personas, la economía rural, el empleo y la permanencia de las familias en el campo, y se comprometen con un desarrollo económico, social y ambientalmente sustentable.
Las partes que suscribirán el acuerdo internacional son el director ejecutivo de la Federación Internacional de la Lechería, Nico van Belzenes; el ministro de Agricultura, Carlos Furche, y el presidente del Consorcio Lechero, Robert Cussen.
Lo que viene
El Mercurio
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