Carta de lectores en Diario Financiero.
Señor Director:
En muchas ocasiones hemos escuchado, y empatizado, con quienes reclaman cuando la bencina sube, porque de inmediato nos traspasan el valor a los usuarios, pero cuando baja, nos explican que primero hay que terminar el estanque en uso.
Una frustración similar vivimos reiteradamente los productores de leche, aquellos que luchamos porque no desaparezca este oficio, cuando el precio sube en el mundo pero no llega a nosotros, a lo que se agrega que este reclamo es desoído por las grandes empresas que reciben ganancias pero no las traspasan. Cuando baja, en Chile, baja en ascensor pero cuando sube lo hace escalando con dificultad cuando no se queda abajo.
Las preguntas que nos surgen son ¿por qué razón el mayor comprador de leche de la zona central, (controlado por Fonterra N.Z.) está permitiendo el cierre de las lecherías y con ello la desaparición de sus proveedores? ¿Será su objetivo reemplazar nuestro producto por leche importada? ¿Obedecerá a la política de incentivos fijada por el Directorio a sus ejecutivos o a las metas de margen de ganancia que les exigen?
Con el cierre de las lecherías no se liquida sólo el “negocio” de un lechero, sino una actividad algunas veces centenaria, de gran tradición, con tecnología de punta y niveles de producción y calidad al mejor nivel internacional. Esa producción es irrecuperable, así como las fuentes de trabajo especializado, las instalaciones y el ganado de alta genética.
La situación que vivimos los productores de leche en Chile es compleja y preocupante. La actividad productiva se ha visto fuertemente afectada por los precios de compra por parte del sector industrial, que ha tenido un inédito poder y una enorme irresponsabilidad, poniendo en riesgo el abastecimiento de leche fresca a quienes sin saber todo esto, día a día los prefieren.
José Manuel Tagle
Lechero de Santiago, Miembro de Aproleche Centro
https://www.df.cl/noticias/opinion/cartas/cartas-al-director/2016-11-24/215550.html