El 2015 fue uno de los años más complicados para el sector lácteo.
La sequía se tradujo en una caída de 4% de la producción lechera, a nivel nacional. Además, los bajos precios internacionales de la leche y la caída de cerca de 20% en los valores que les pagaron las grandes procesadoras a los productores, pusieron en aprietos la actividad.
Por primera vez en 12 años, la balanza comercial del sector lechero fue negativa: en 2015, Chile gastó más en importaciones de productos lácteos de diversas categorías, que los retornos que obtuvo por envíos a otros países, fenómeno que no ocurría desde 2003. En total, el país desembolsó US$ 212,5 millones en compras de alimentos de este tipo, mientras que obtuvo US$ 172,7 millones por los embarques que realizó al exterior. Estados Unidos fue el principal origen de productos lácteos que adquirió Chile desde el exterior, desplazando a Nueva Zelandia, que lideraba el listado en 2014.
En cuanto al volumen, Chile importó 89.983 toneladas de productos lácteos en 2015, mientras que los embarques totalizaron 76.844 toneladas. Con ello, los envíos cayeron 28%, respecto de las 106.938 toneladas que exportó el país en 2014.
El presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), Horacio Carrasco, aseguró que en términos de volumen, Chile aumentó, respecto de 2014, su abastecimiento de leche de otros países, medido en litros equivalentes. «El incremento de las importaciones refleja la fortaleza del consumo interno», sostuvo Carrasco. Para él, el mayor consumo de leche al interior del país hizo que se necesitara más. Además, la sequía, que hizo caer la producción, tuvo un efecto negativo sobre la cantidad de leche disponible internamente, lo que produjo una mayor escasez.
La baja en los precios internacionales de los lácteos también impulsó a que se diera este fenómeno.
País podría duplicar la producción
Actualmente, Chile produce unos 2.500 millones de litros de leche anualmente, cifra que hace cinco años está estancada. Carrasco espera que en 2016 se pueda recuperar la producción que se perdió el año pasado con la sequía.
Pero no solo podría recuperar lo que perdió. Para el timonel del gremio, Chile tiene el potencial para producir 5 mil millones de litros.
No obstante, el dirigente advirtió que no se ha podido concretar, porque a nivel país no existe una política de desarrollo a largo plazo del producto ni tampoco una política de precios por parte de las firmas procesadoras.
María Paz Infante
Economía y Negocios
El Mercurio
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