La compra de la Nestlé a los lecheros alcanzaba los 9 millones de litros de leche fresca para la elaboración de condensada, cantidad que la empresa a pesar de descontinuarla no ha dejado de comprar.
Al contrario, Nestlé incrementó la recepción de leche fresca de los productores en un 3%.
Para Nestlé, el mercado panameño es de gran importancia por el alto consumo de leche evaporada, al igual que República Dominica y Perú.
Ricardo Ramos-Giraud, gerente general de Nestlé América Central, dijo que la fabricación de la línea de producción de leche condensada en la planta de Natá, provincia de Coclé no era rentable ni competitiva para la empresa.
«Hay que decir que el 90% de la leche condensada que se producía se exportaba, y ya los mercados no estaban interesados en el precio del producto, razón por la cual se prefirió trasladar hacia un país de América del Sur», manifestó Ramos-Giraud. El ejecutivo, definió a Chile como un país que siempre ha producido leche condensada.
Insistió que el producto no era competitivo, en comparación con los costos de Chile, específicamente la materia prima para su elaboración como azúcar y leche.
En el cese de operaciones para la fabricación de la línea de leche condensada, la empresa llegó a mutuos acuerdos con 17 empleados de la planta de Nestlé en Natá.
Autor: Nestalí D. Geneteau
Fuente: Panamá América
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