Hace algunos años, Soprole se alineó con la regulación británica y puso en marcha un plan de reducción de los “nutrientes críticos” en sus alimentos. Decisión que, según indica el gerente general de la compañía, Hugo Covarrubias, hoy los tiene mejor preparados para recibir la Ley de Etiquetado el próximo junio, cuando asegura que sólo tendrán que hacer “ajustes menores”. Para el ejecutivo, el desafío esta en adecuarse a la nueva regulación.
“Es más restrictiva que la gran mayoría de los países del mundo, pero esas son las reglas del juego y en ese marco regulatorio tenemos que jugar nuestro juego y entregarle propuestas de valor al consumidor”, indica.
¿Le preocupan los efectos de la nueva Ley?
Yo personalmente creo que el que partió trabajando en este tema el día que se aprobó la ley, partió súper tarde. Varios me han hecho la pregunta si estamos preocupados del tema o si nos va a impactar y la verdad es que no estamos haciendo nada especial porque nuestras propuestas de valor tal como dice nuestra promesa “Sanos y ricos”, se alinean de manera importante a la nueva ley de rotulación. Yo personalmente creo que dado que cambiaron los hábitos de los chilenos es bueno que se ajuste la Ley de Etiquetado desde el período que teníamos desnutrición infantil versus la situación actual. Nosotros venimos trabajando hace mucho tiempo en este tema. Más allá de la aprobación de la ley. Hemos ajustado la gran mayoría de las fórmulas de los productos, los hemos reducido en grasa, en azúcar, en sodio (…) Tomamos como referencia la ley inglesa hace años y nos ajustamos a esa legislación. Por lo tanto, lo que estamos haciendo ahora son ajustes menores.
Usted dice que era necesario modificar la ley pero ¿no le parece muy restrictiva la regulación?
Eso lo vamos a ver con el tiempo. Yo creo que, en general, las regulaciones y leyes restrictivas obviamente nos generan un desafío y nos incomodan, pero se están emitiendo muchos juicios a priori. Yo creo que nuestra visión es ser un poco más conservadores, focalizarnos en trabajar internamente para ajustarnos a los requerimientos de la nueva ley sin perder la esencia de los productos más que generar opinión pública o emitir un juicio de valor respecto a la ley. La ley es restrictiva. Sin lugar a dudas. Es más restrictiva que la gran mayoría de los países del mundo, pero esas son las reglas del juego y en ese marco regulatorio tenemos que jugar nuestro juego y entregarle propuestas de valor al consumidor. Al final del día creo que el consumidor también va a evaluar si la ley favorece o termina restringiéndolo.
¿Pero hasta qué punto se pueden reducir nutrientes en ciertos alimentos?
Ese es nuestro desafío. El desafío nuestro es producir y entregarle productos al consumidor algo saludable, dentro del marco de la ley, y que sean ricos. Ese es nuestro problema, no es el problema del consumidor. Tenemos que ser capaces de hacer eso. El desafío no es fácil, en algunos productos por la esencia del producto es imposible. Bajarle la grasa a la mantequilla es imposible porque la mantequilla es en base a grasa y a crema (…) Pero ese es nuestro desafío, en esos estamos trabajando y es lo que tenemos que lograr y como dice nuestro antiguo comercial creo que lo podemos lograr. Y estamos trabajando muy fuerte para ajustarnos a los requerimientos de la ley sin perder la esencia del producto, ese es el desafío.
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