Forrajes: Primavera irregular complica la producción

Si bien hay buenos niveles de crecimiento del pasto, la menor temperatura y las lluvias en octubre atrasaron su desarrollo y no permiten hacer los ensilajes ni sembrar los cultivos suplementarios en Los Ríos y Los Lagos, las principales zonas ganaderas.
Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

«En todos los predios que asesoramos en este momento estamos con raciones en base a pradera y con las vacas comiendo a boca llena pastos de muy buena calidad y suplementación estratégica», plantea Robert Cussen, gerente general de Best Fed Chile, empresa de gestión de predios lecheros.
El especialista lanza una señal de optimismo, ya que, según expresa, a pesar de un atraso en las labores por el clima, hay buenas tasas de crecimiento de la pradera en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, responsables de más del 80% de la producción láctea nacional. Destaca que de niveles de 50 kilos de materia seca por hectárea al día en octubre, en las últimas dos semanas aumentaron significativamente y se empinan por los 70 e incluso 75 kilos.
Lo que se espera es que más adelante se den algunas ventanas de buen tiempo, con sol y temperaturas adecuadas para que los productores puedan hacer sus reservas de forraje para el ganado y terminar las siembras de alimento suplementario.
La visión de Cussen es matizada por Bruno Rubilar, presidente de Aproval, quien pone una cuota de alarma frente al atraso en las labores, ya que aunque hay muy buenos pastos, muchos productores que venían con pocas reservas por la sequía de años anteriores han tenido que sacar los animales a la pradera, lo que podría tener consecuencias futuras.
Tres factores claves
El análisis del gerente de Best Fed es que hay tres aspectos que han impactado esta temporada en la producción de las praderas sureñas.
El primero es el clima y sus variables, lo que los hace prever que este va a ser un año con una primavera más húmeda que lo normal y es lo que se ha venido viendo.
«Tuvimos un octubre muy lluvioso y esperamos que noviembre y diciembre también sean normales o más que normales en términos de pluviometría, que es lo más importante», señala Robert Cussen.
El atraso en el crecimiento de la pradera es otro de los factores que se observan. En septiembre, después del 18 hubo mucha lluvia y un poco más de frío, y octubre fue lluvioso y más frío de lo habitual y eso atrasó en una o dos semanas el aumento en la tasa de crecimiento de las praderas, que se produce en octubre. Eso ocurrió más bien hacia fines de octubre.
«Hoy estamos en niveles de crecimiento de 70 a 80 kilos de materia seca por hectárea al día y esperamos que eso se mantenga en la medida que siga lloviendo y las temperaturas, tanto de suelo como del aire se mantengan en los niveles que están y sigan evolucionando como ocurre en primavera», agrega Cussen.
Así las cosas, el crecimiento de la pradera tiene entre una a dos semanas de atraso, pero ya se están logrando los niveles normales para la época.
El tercer punto del actual momento que distinguen en Best Fed es que las ventanas sin lluvias y con temperaturas sobre 15 grados, necesarias para premarchitar el forraje, han sido escasas, por lo que ha sido muy difícil sembrar los maíces y los cultivos suplementarios y hacer el ensilaje.
«Entre noviembre y diciembre, que sobra pasto, es cuando nosotros hacemos las reservas de forraje para el invierno o eventualmente para el verano seco. Pero como las ventanas de clima sin lluvia -con sol y temperaturas máximas sobre 15-18 °C- han sido cortas y escasas en la mayoría de los predios, la cantidad de ensilaje que se ha hecho es muy poco y el forraje se sigue acumulando, así que esperamos tener ventanas de buen tiempo para hacer ensilaje y partir con mayor volumen del primer corte», agrega el especialista.
Primavera anormal
Los productores están rogando porque suban las temperaturas.
El análisis que hacen en Aproval, es que se vive una primavera irregular, muy corta, baja en temperatura y que pese a que partió mejor que el año pasado, después se estancó. «Y el año pasado ya veníamos con un déficit de 30% de reservas de comida, respecto de lo que guardamos en la primavera pasada. Por eso no se ve bien el panorama», concluye Bruno Rubilar, presidente de Aproval.
La primavera despertó el 18 de septiembre con buenas temperaturas en el suelo, pero en octubre bajaron, independiente de las lluvias. Eso tiene como resultado que las siembras de maíz estén más atrasadas que lo normal, incluso más que en 2017, que fue lluvioso en Los Ríos y Los Lagos.
«Recién está despertando en la última semana, pero en la anterior teníamos 10 grados de temperatura de suelo, mientras que en septiembre había 16 grados. Así, el maíz que debería estar cosechándose en marzo con el atraso se va a tener que cosechar en abril y te va a pillar la lluvia metiendo las máquinas», agrega. Y si se cosecha antes, tiene menor contenido de materia seca o menos almidón.
Rubilar advierte que hay praderas que no han tenido clima para hacer ensilaje y guardar para el invierno.
«Si bien hay pasto, no se puede guardar por la falta de ventanas climáticas, y si se sacan los animales, lo pisotean y se deteriora. Esto se podría reflejar en más costos por forraje, porque lo que estamos haciendo en estos días es comernos la comida que ya faltaba el año pasado. Además de estar atrasados con los cultivos suplementarios como el maíz», subraya.

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas