El mejor escenario en una década

El alza del dólar, los menores costos en fletes, Estados Unidos y China con una demanda creciente y una mayor disponibilidad de mano de obra, generan uno de los mejores momentos del agro en mucho tiempo.
Share on twitter
Share on facebook
Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on email

El alza del dólar, los menores costos en fletes, Estados Unidos y China con una demanda creciente y una mayor disponibilidad de mano de obra, generan uno de los mejores momentos del agro en mucho tiempo.
Omar Campillay vive entre dos mundos. Por un lado, dirige una importante empresa de transporte que presta servicios a la minería. En el otro, es un productor de uva de mesa en el nortino valle de Huasco.
Campillay tiene una mirada clara respecto del futuro inmediato de su negocio minero: «nos estamos achicando».
Su visión es muy distinta para la producción de uvas: «estamos pensando en crecer; de aquí a marzo tomaremos la decisión, que podrían ser plantar 100 hectáreas más de parronales».
Él reconoce que como agricultor está viviendo uno de sus mejores momentos. Si el año pasado una caja de uva de buena calidad la vendía a US$ 20, esta temporada está US$ 6 por encima de ese piso. A eso hay que agregar el aumento del dólar respecto del peso, lo que ha reducido sus costos. Campillay también está conciente del beneficio que le representa la baja del costo del transporte naviero en el último año. La guinda de la torta: las precipitaciones del 2015 permiten proyectar con tranquilidad las próximas temporadas.
«Como empresa agrícola estamos en un momento floreciente, con mucho optimismo», resume Campillay.
Casi 800 kilómetros al sur, en Curicó, Antonio Walker, agricultor y dirigente frutícola, tiene una mirada similar.
«Es el mejor momento para los productores de fruta en más de diez años», afirma. Recuerda que cuando fue presidente de Fedefruta, le tocó enfrentar el dólar a $430 y golpear las puertas de despachos gubernamentales para sensibilizarlos sobre el duro momento que significaba para los agricultores tener un tipo de cambio tan bajo.
«Hoy se dio vuelta la tortilla, es el agro el que está empujando al resto de la economía. Este año el sector silvoagropecuario va a exportar US$ 22.000 millones, generando ingresos para el país y dando trabajo a gente que viene de sectores como la minería o el comercio», afirma Walker.
La mayor actividad se siente en las ventas de las empresas de distribución de insumos agrícolas. «En Copeval esperamos un crecimiento para este año que va entre un 5% y 10% en pesos», afirma Darío Polloni, asesor de agronegocios. Un desempeño que ya se lo quisieran empresas de retail de otros rubros.
Dólar firme por un par de años
Buena parte del escenario optimista que vive el agro se debe al aumento del valor de dólar a partir de 2014 y que hoy lo tiene en torno a los $730. Los rubros en que los precios internacionales han estado buenos, como cerezas, arándanos o frutos secos, las rentabilidades se han disparado, especialmente para aquellos enfocados en abastecer a Estados Unidos.
En todo caso, no hay que olvidar que otras monedas también se han depreciado respecto del dólar, por lo que el impacto del alza tiende a amortiguarse.
Mientras tanto, en sectores con un escenario externo negativo, como la leche o los granos, el alza de la moneda gringa ha actuado como un importante colchón. Por ejemplo, mientras que el precio internacional de la leche en polvo se desplomó a los menores precios en una década, los lecheros chilenos han visto caer sus ingresos en 20% durante el último año.
Luego de una década de bajo tipo de cambio, sin embargo, son muchos agricultores que temen que se trate solo de un «Veranito de San Juan».
«Todavía el mercado no ha internacionalizado que el valor del dólar seguirá alto en el largo plazo, probablemente a fines de este año va a consolidar esa visión», afirma José Gabriel Correa, gerente general de Banagro, la rama financiera de Empresas Sutil.
Correa cree que el dólar seguirá alto mientras que el valor del cobre siga en sus mínimos de los últimos años. La desaceleración de China ha hecho que la demanda baje y el mercado ha reaccionado a la baja. El ejecutivo bancario cree que debería tomar entre tres a cuatro años para que el metal vuelva a valores atractivos. En ese lapso, el dólar debería tener un comportamiento favorable para los agricultores.
Costos controlados
Es verdad que el precio del petróleo ha ayudado, pero también la desaceleración de la economía mundial. Lo concreto es que los fletes marítimos han bajado en el último año. Dependiendo de los arreglos y destinos, las bajas en los últimos doce meses son de entre 15% y 20%.
«Esa es plata que va directo al bolsillo del productor. Es una muy buena noticia para los agricultores», afirma André Luteijn, empresario que asesora a compradores internacionales de fruta.
Patricio Toro, de la exportadora XSur, afirma que un rubro como la manzana, que ha enfrenado serios problemas de rentabilidad en las últimas temporadas, se ve muy beneficiado por la caída de los fletes. Como se trata de una fruta relativamente pesada, el costo de transporte es de entre US$ 5 y US$ 7 por caja, similar al retorno que recibe el productor por esa misma caja.
«(En) EE.UU. los fletes debieran mantenerse en los niveles actuales, ya que hay oferta suficiente. Desde principios de diciembre y hasta fines de abril existe la oferta de espacios marítimos, tanto en naves convencionales como naves porta contenedores», explica Gonzalo Moreno, de Interpacífico S.A., quien destaca que, eso sí, ve presiones alcistas en los fletes a los mercados europeos y asiáticos.
En el nuevo escenario de costos, también influye el mercado laboral. No se trata de que los sueldos hayan bajado en la última temporada, sino que más bien, se contuvo la velocidad de crecimiento. Sin embargo, el punto más importante es que hay una mayor disponibilidad de trabajadores.
«La temporada pasada se retrasaron para enero, labores que usualmente se hacían en diciembre, porque simplemente no había trabajadores disponibles. Obviamente, eso afectó la producción. En cambio, en esta temporada hay un buen acceso a mano de obra», afirma Juan Carolus Brown, presidente de Fedefruta.
Mercados con buen funcionamiento
Los productores de uva de mesa tenían expectativas en que los precios del comienzo de la temporada estuvieran firmes. La mayoría de esa fruta va a Estados Unidos y los stocks de uva de mesa almacenada en California estaban en su mínimos en varias temporadas.
Sin embargo, más que buenos, los precios de los primores de uva de mesa han sido excelentes. Tanto que se ha provocado un apuro, que algunos ven con cierta preocupación, por partir a Estados Unidos. Aunque la menor oferta influye en los precios, no necesariamente eso va acompañado con el nivel de alzas que se han visto esta temporada.
Una parte importante pasa por el buen momento que vive la economía norteamericana, que muestra señales de haber salido de la crisis que la golpeó en 2008. De hecho, en diciembre se crearon 290 mil empleos, bastante más de los que los expertos proyectaban. Eso es clave para los agricultores chilenos, porque Estados Unidos es el principal mercado de destino y porque la fruta chilena es, comparativamente, cara frente a otros alimentos.
Mientras Europa sigue sin mayores cambios en la demanda y América Latina, un mercado natural para las frutas de segunda selección, está con signo negativo, China se está convirtiendo en la segunda locomotora para la fruticultura. Más allá de que los orientales hayan crecido a un «mediocre» 6,9% en 2015, lo relevante es que el país está dando un giro económico que es positivo para los agricultores chilenos. El gobierno chino se dio cuenta de que el crecimiento vía exportaciones es cada vez menos efectivo, por lo que está potenciando el consumo interno como motor del desarrollo. En esa línea, el consumo de alimentos se ve favorecido.
La nueva realidad china está clara para los ganaderos chilenos, que han visto despegar las ventas de animales vivos a China, así como lograron la apertura de ese mercado para las exportaciones de carne. Otra señal potente es que las empresas orientales Joyvio, que tiene inversiones en huertos frutícolas en Chile, y Golden Wing Mau, llegaron a un acuerdo para fusionarse y aprovechar de mejor forma el aumento de demanda por fruta.
Eduardo Moraga
Campo
El Mercurio
http://www.economiaynegocios.cl

Mirá También

Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

Te puede interesar

Notas
Relacionadas