El subsecretario de esa cartera gubernamental, José Luís Osorio confirmó la expectativa de fortalecer ese sector artesanal, que prácticamente se desconoce cuánto aportan a la economía del país. Esto trascendió en la entrega de la personería jurídica a la Asociación de Procesadores de Leche y Productos Lácteos, (Asohprolac).
Osorio alertó que sin la debida organización no se puede saber cuántas plantas artesanales existen, a qué productores le compran leche y cuánto exactamente generan en divisas para el país.
“Se dice que existen 450 plantas artesanales, pero solo 13 exportan leche hacia El Salvador y compran más de 150 mil litros, eso equivale a 50 millones de lempiras”, expuso el funcionario. La SAG precisa de la información del resto de plantas para precisar cuánto genera el procesamiento de leche al Producto Interno Bruto (PIB).
Según esa cartera gubernamental, el procesamiento de leche en el país está divido entre industria y plantas artesanales, la industria solamente compra el 30 por ciento de más de 2 mil millones de litros diarios, significa que el mayor comprador es el procesador pequeño, el artesanal.
Afortunadamente, según el subsecretario, algunas plantas procesan mediante una fuerte inversión que permite la trazabilidad e identificar a sus productores con negocios de mejor calidad en la cadena productiva.
“En 2017 vimos exigencias de otros países que han avanzado en presentación del producto y registro ante las entidades del país, en la parte sanitaria y de inocuidad de alimentos”, alertó en alusión a competitividad.
“Eso nos da la pauta de inversiones que tienen que hacerse en plantas para generar exportaciones a países vecinos. En base a las exigencias 13 plantas están certificadas para exportar, esto sirve de ejemplo para que otras también puedan entrar en un proceso adecuado”, concluyó José Luís Osorio.
