La producción de leche en Panamá se puede «quintuplicar» si los ganaderos dejan de lado las «prácticas rudimentarias» y el Gobierno impulsa planes para modernizar el sector, dijeron hoy varios expertos en un taller celebrado en la capital panameña.
«El rubro de leche en nuestro país tiene uno de los potenciales más grandes (…) Con pocos mejoramientos que nosotros hagamos, con mejores prácticas de manejo de nuestros hatos lecheros (…) podemos quintuplicar la producción de leche», explicó el ministro panameño de Desarrollo Agropecuario, Jorge Arango.
Arango participó este jueves en un taller sobre productividad lechera, organizado por su ministerio y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
En 2014, la producción nacional de leche fue de 193 millones de litros (8 millones de litros más que el año anterior), mientras que el consumo local ascendió hasta los 414 millones de litros, lo que supone un aumento de 40 millones de litros con respecto a 2013, según datos de la FAO.
A pesar de este crecimiento y de que Panamá tiene importantes ventajas comparativas, como créditos agropecuarios baratos y un nivel de precipitaciones y aguas subterráneas aceptables, el país sigue presentando una fuerte dependencia de las importaciones y compra en el mercado internacional el 45 % de la leche que consume.
Panamá cuenta en la actualidad con más de 6.000 productores de leche, de los cuales la mayor parte son pequeños y medianos ganaderos, «que siguen ordeñando la vaca como lo hacían nuestros abuelos hace 50 ó 100 años», afirmó el titular de Desarrollo Agropecuario.
«Hay una brecha importante entre los niveles de producción que tienen los productores familiares y los que pueden obtener si se mejoran practicas y políticas de apoyo al sector. El país tiene el potencial para cubrir esa brecha», dijo la Oficial de Sistemas Agroalimentarios de FAO para Latinoamérica y el Caribe, Pilar Santacoloma.
Para ello, añadió Santacoloma, es necesario formar y capacitar a los pequeños productores, mejorar su acceso a los mercados e invertir en infraestructuras como áreas de refrigeración cercanas al productor «para que le permitan mantener la calidad de la leche y el precio que recibe por ella».
También hace falta «visibilizar» y «empoderar» a las mujeres ganaderas ya que estas, a diferencia de los hombres, siempre «invierten los ingresos que genera esa actividad en su familia, en mejorar su vivienda o en pagarle una mejor educación a sus hijos», precisó la funcionaria de la FAO.
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