Exporta por año 50.000 toneladas a un precio mayor.
Con un pago de 55 millones de dólares que ingresó hace una semana y otro en camino, SanCor asegura que los pagos de sus exportaciones a Venezuela están «casi» normalizados. La cooperativa embarcó este año algo más de 50.000 toneladas de leche en polvo a ese país, el 80% de sus ventas externas del producto; el volumen se repetiría en 2016. El atractivo es el precio que paga el Estado venezolano, del doble que el promedio de mercado.
Esas exportaciones son por fuera del convenio financiero que,impulsado por la administración kirchnerista, SanCor firmó en 2006 con el estatal Banco de Desarrollo Económico Social (Bandes) y que rige hasta 2020. A cambio de US$ 80 millones, cada seis meses se hacen envíos de leche en polvo; al final del acuerdo las exportaciones alcanzarán las 8000 toneladas.
El salvataje venezolano le permitió a SanCor mantener la figura de cooperativa y hacer frente a la delicada situación financiera que atravesaba. Los pagos del canje de energía venezolana por alimentos argentinos son administrados por un fondo fiduciario del Banco Nación, donde también están los de la industria avícola, que incluyen a la fallida Cresta Roja.
La producción de lácteos de Venezuela cubre poco menos de la mitad de su consumo, por lo que -pese a las demoras en los pagos y a frecuentes viajes para gestionarlos- en SanCor aseguran que es un cliente importante y a mantener. Una compensación es que paga la tonelada de leche en polvo «bastante» más que el precio promedio internacional, que es de 2300 dólares.
En diálogo con LA NACION, Sergio Montiel, vocero de la cooperativa láctea, admite que hay momentos de «picos de stress financiero», pero que las negociaciones «son permanentes» y en los últimos tiempos «se alivió mucho» la situación. Ese contexto es determinante para que otras lácteas hayan dejado de exportar o redujeran los volúmenes enviados. «Venezuela y Brasil determinan el mercado de la leche en polvo; el primero bajó las compras por su crisis. Sin los venezolanos, sería impensable volcar esa cantidad de toneladas al consumo interno -dice Montiel-. Que paguen bastante más la tonelada es una compensación a la espera para cobrar».
Aunque el ejecutivo evitó detallar qué es «bastante» más, fuentes del sector confirmaron a LA NACION que el Estado venezolano paga «hasta el doble» del precio promedio del mercado. También deslizaron sus dudas de cuánto es lo que «efectivamente» les queda a los vendedores. Para el año próximo la proyección de exportación a ese destino (por fuera del acuerdo de pago) es también de entre 50.000 y 60.000 toneladas. SanCor está trabajando al límite de su capacidad instalada todo el año, «por lo que es esa cantidad la que podemos sostener», apunta Montiel.
La importancia de Venezuela como comprador crece frente a la baja de demanda de Brasil, del sudeste asiático y de los países petroleros. «Todos están importando menos porque tenían stock importante y por los problemas de sus economías», señala Montiel.
Comenta que los llamados a licitación de Argelia -muy esperados por el sector- fueron más bajos en cantidad y en precio.
Plantea que, con el nuevo gobierno, ya hay algunas mejoras, como la del tipo de cambio y «la mayor apertura, el mayor diálogo con el mundo». Advierte que ese esquema debe acompañarse con un «reordenamiento» sectorial y con un «acompañamiento en la gestión de recursos financieros».
Respecto del salvataje a los tamberos que estudia el Gobierno -reclaman como mínimo $ 1,30 más por litro para recuperar rentabilidad-, Montiel explicó que SanCor paga por sólido: «Es un sistema más equitativo que prioriza la calidad; el promedio que cobran los asociados es de 3,05 pesos». La cooperativa paga menos la leche que compra a terceros.
Respecto del precio de la leche en polvo, hay expectativas de una mejora en el segundo semestre de 2016. Hace 18 meses cotizaba entre 3500 y 5000 dólares la tonelada; cayó a 1600 y ahora se mueve entre 2200 y 2300 dólares.
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