En una entrevista con Castellanos, el titular de la Sociedad Rural de Rafaela, Pedro Rostagno destacó la insuficiencia que reflejan las medidas del documento firmado en Venado Tuerto, que debería haber rescatado los puntos que hace 14 años se habían definido en San Francisco, para el ordenamiento sectorial.
Por Elida Thiery – Entre los productores que dicen «a marzo no llegamos» y los que siguen apostando a ordenar al sector, a rescatar todos los puntos de aquel acuerdo de San Francisco, hay que quedarse con estos últimos. Aunque no sean tiempos sencillos, seguir dando pelea en la actividad es la actitud que tiene que trascender y hay muchas entidades que van comprendiendo que en la apuesta por las coincidencias está el valor fundamental, para poner en alto los intereses de los tamberos.
En la Sociedad Rural de Rafaela, su presidente repasa los puntos esenciales de aquella acta histórica y saca la cuenta. Será el 3 de mayo el aniversario número 14 de aquella lucha y de la búsqueda concreta de mejoras.
«Tenemos que retrotraernos a 2002, porque si uno se pone a observar las firmas que suscribieron el acta, que incluyen a la industria, los gobiernos de las provincias, las entidades, entonces si en aquel momento todos se habían comprometido en avanzar, podríamos retomar aquello y andar el camino que se inició», expresó Pedro Rostagno. «La estandarización de los componentes de la leche, el pago por el contenido de sólidos de manera definitiva y dejar la aberración de la venta por litro. Se necesita una liquidación única y laboratorios donde se puedan contrastar las muestras de la materia prima, fijar un mecanismo de precios para la leche cruda, son todas las variables que pueden ayudar a resolver la distancia que hay sobre el precio que percibe el productor y el que paga el consumidor en la góndola», resumió en su charla con CASTELLANOS.
El detalle del negocio lechero, los costos de todos los sectores, la transparencia de cada eslabón es lo que se requiere de inmediato, así como la decisión de sentar de una vez por todas a la fase comercial para clarificar el recorrido de los precios, por lo que se paga en un supermercado un queso cremoso a casi cien pesos por kilo, mientras los mayoristas lo venden a 50 y de las pymes salen a la venta a 35 pesos. Es urgente y es sabido, pero aún no está la determinación.
Como integrante de Carsfe, el titular de la Rural rafaelina entiende que falta un impulso importante que no se reflejó en el acta-acuerdo firmada en Venado Tuerto hace dos semanas. «El Gobierno habla en el sector de la agroindustria, habla de tender puentes hacia lo que serán los mejores momentos del sector, con mejores precios y más productividad. Pero lo que se ve en lo firmado en Venado Tuerto es un tablón para cruzar una zanja. Si se pudiera desarrollar y llevar a buen término el acta de San Francisco sí se conseguiría un verdadero puente», por el delineamiento en todos los costados de la cadena lechera, para que sea más sencilla una negociación equitativa ante la industria que es la que siempre fija el precio de la materia prima y una vez que ya recibió toda la producción.
En dos semanas llegará a la entidad y a la región el subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, a quien se le trasladarán todas las inquietudes y los pendientes que tiene la lechería.
Rostagno manifiesta que «el subsidio de 40 centavos por litro, para los primeros tres mil de cada productor, resulta escaso ante la pérdida que tiene cada tambero por litro, que en algunos casos llega hasta un peso, aunque sea necesario, porque no podemos pretender que permanentemente el Gobierno nos esté subsidiando sino que queremos ser productores de leche, empresarios que asumen riesgos, pero que también tienen ganancias por lo que es la actividad en sí. Queremos que la renta del productor salga del negocio lechero y no del excedente de recursos de otros sectores». El pago por CUIT, ante la concentración de tambos que se dio en los últimos años, termina siendo nocivo para el fin último de la ayuda y esto también lo reclama el propio Gobierno de Santa Fe, por no poder generar un beneficio para toda la producción, como era la intención inicial de la ayuda.
A esto se añade la falta de información concreta sobre la fecha de pago de la ayuda, que ya se trasladó de fin de enero a principios de febrero y en esa espera la desidia es cada vez más influyente en los ánimos tamberos.
Un modelo
Cabe destacar que la propuesta lechera de la Confederación de Asociaciones Rurales de Santa Fe es la que movilizó al Plan Lechero Santafesino, un modelo de ordenamiento que llega a plantear leche y precio de referencia, laboratorios independientes, contratos de venta de materia prima e incluso promueve la idea de una planta de secado de leche en polvo. Sobre esta base, la entidad que forma parte de Confederaciones Rurales Argentinas, tiene como objetivo «un plan de trabajo para la lechería sobre la base de todo lo que se promovió y está pendiente en la provincia de Santa Fe», para Pedro Rostagno.
«El Gobierno es un árbitro en el partido que dicen estar dispuestos a jugar, por eso esperamos que se vigile de cerca para que no haya preponderancia en ninguno de los sectores, porque ahora el más perjudicado sigue siendo el sector productor, a pesar de venir declamándolo y reclamándolo hace muchos años».
Aunque no está en la voluntad de las entidades, es sabido que el rumor de reclamos activos no cesó con los anuncios recientes. Aunque ya no hay promoción de este tipo de medidas contra las industrias, por parte de la Nación, se intentará contener estas acciones explosivas que se generan al mirar los números simplemente, que no alcanzan ya con vender las vacas de rechazo o los terneros macho. «Toda esta situación de crisis se trasladó a nuestros proveedores, que también están muy comprometidos y es por eso que pedimos alguna otra estrategia», señaló el dirigente, apuntando a la vez a mejorar la oferta de lácteos argentinos al mundo y también del sinceramiento de objetivos sectoriales conjuntos, «para que cada día que pase no sigamos perdiendo un peso por litro producido», teniendo en cuenta que desde mayo pasado tiene perforado el valor de los tres pesos, en general, por eso también se especula con la posibilidad de avanzar con el «refinanciamiento de productores que hoy están complicados en cuanto a créditos, para sacarlos del pozo económico y para que puedan nadar en superficie y ahí sí poder llegar a construir verdaderos puentes al mercado internacional, con una mejora de precios, pero todo depende de la decisión política». Destacó que «la palabra que más se asocia en los últimos años a la lechería es la previsibilidad, pero es algo que viene faltando en todos estos años y sobre lo que aún no tenemos seguridades, porque durante un tiempo largo más el sol seguirá saliendo por el mismo lado y de eso dependerán las definiciones de inversión del sector tambero», concluyó.
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