El hecho ocurrió el jueves cuando los animales tomaron contacto con un cable conductor que atraviesa el campo y quedó a muy baja altura.
Un productor tambero del distrito de Villa San José denunció que el jueves pasado seis de sus vacas lecheras murieron por electrocución a raíz de haber tomado contacto con un cable conductor de energía eléctrica que atraviesa su campo y que en ese momento estaba «a muy baja altura». Darío Zbrun indicó que el hecho se produjo el jueves cuando la temperatura superaba los 30ºC: el calor causó la dilatación del cable perteneciente a la red de la Cooperativa de Luz y Fuerza de Josefina Limitada y le hizo perder altura.
Zbrun tomó las fotografías de la escena en la que se pueden ver los cuerpos de las vacas muertas debajo del cable que estaba a poco más de un metro de altura. «En marzo ya habíamos hecho una foto en el lugar porque los cables apenas estaban sobre mi cabeza, unos dos metros, lo cual es muy peligroso. Hemos hecho reclamos pero no nos han dado respuestas», agregó mientras exhibe esa imagen de hace seis meses.
El productor es uno de los tantos clientes que la cooperativa tiene en Villa San José, Santa Clara de Saguier y otras localidades y áreas rurales de la zona. A medida que fue planteando sus reclamos fue coleccionando fotos de las deficiencias en la infraestructura eléctrica. Así, en una de ellas se puede ver una columna que estaba sostenida por una especie de precaria horqueta. Y en otra se aprecian dos columnas que se quebraron en sus bases pero fueron reutilizadas y colocadas prácticamente en el mismo lugar, pero por tanto causando en ese tramo el descenso de la altura de los cables.
«Muchas veces cuando se corta el servicio, nos quedamos tres o cuatro días sin electricidad. Es fácil entender las razones: la falta de un mantenimiento adecuado de las redes, que cuando se levanta un poco de viento ya no ofrecen garantías de seguridad», reflexionó.
Para Zbrun, las soluciones precarias que se realizan como parches de problemas no sólo se transforman en un peligro para los animales -de hecho, la muerte de sus seis vacas le significan una pérdida económica de 120 mil pesos a lo que se debe sumar el lucro cesante porque ya no las tiene produciendo leche en su tambo- sino también para las personas. «El día de mañana el accidente lo puede sufrir una persona. Se debe evitar una tragedia», alertó.
En este contexto, Zbrun hizo un llamado a los presidentes comunales de los distritos de la zona de influencia a involucrarse en esta problemática para gestionar una solución. «Se deben hacer reuniones y si los productores tenemos que ir, lo vamos a hacer. Aspiramos a recibir un servicio confiable, de calidad y que no implique riesgos para la seguridad», señaló al tiempo que dijo desconocer si hay organismos de control que se encargan de auditar a la cooperativa.
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