Los precios de los productos lácteos tendrán mejores perspectivas durante 2017, gracias a la intervención en el mercado de la Comisión Europea y al incremento de la demanda mundial, según indica un informe realizado por Rabobank.
Los niveles récord de existencias de alimentos en general se establecen para mantener bajos los precios mundiales durante el año 2017, incluso a medida que la inflación empieza a aumentar en muchas economías desarrolladas. Altos niveles de existencias mundiales se espera que mantengan los precios de los alimentos bajos en general, con China como jugador clave y con toda la influencia de la futura presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
Los productos alimenticios básicos como el trigo, el maíz y la soja -una parte clave de las dietas de ganado en todo el mundo- se almacenan en volúmenes récord, ponderando los precios que se espera pagar a los agricultores el próximo año.
En el informe Rabobank Global Outlook 2017, en el que se analizan las perspectivas de 13 productos alimentarios y agrícolas cruciales, Rabobank destaca el papel de China en crear una mayor incertidumbre en el mercado. El país más poblado del mundo tiene enormes reservas de muchos productos básicos, con estimaciones que sugieren que tiene el 60% de los suministros mundiales de algodón, más de la mitad del maíz, el 40% del trigo y el 21% de la soja.
Si China decide comenzar a vender algunas de estas reservas, esto podría deprimir los precios globales de los productos básicos, como algodón, azúcar, maíz, soja y aceite vegetal, según Rabobank.
Se espera que la inflación de Estados Unidos aumente a alrededor de 2% durante 2017, mientras que los precios también se espera que aumente en el Reino Unido y, en menor medida, la zona del euro. Incluso estos pequeños incrementos pueden ser suficientes para llamar la atención más tarde en 2017 a los fondos de índices de materias primas, que ofrecen una cobertura contra la inflación, mientras que los precios agrícolas siguen siendo bajos.
El documento de Rabobank señala que la Comisión Europea apoyó al mercado de la leche y los productos lácteos mediante una reducción de la oferta y facilitó la eliminación de cuatro millones de toneladas de equivalente de leche líquida tras una intervención puntual en el mercado en 2016.
Mientras tanto, la demanda mundial de leche y productos lácteos aumentó gracias a la subida registrada en mercados clave como EE.UU., la UE y China, quienes registraron un crecimiento en la demanda y un incremento del dos por ciento de las importaciones durante el tercer trimestre de este año. Rabobank estima que el cambio constante en los países en desarrollo hacia dietas de estilo occidental – más basadas en proteínas y lácteos – seguirá impulsando el consumo de estos productos.
En el informe Commodity Global Outlook 2017 elaborado por Rabobank, la institución financiera estima que los productores de leche de la UE tendrán, en particular, una cierta dificultad para incrementar la producción hasta el segundo trimestre del año que viene, mientras que la demanda seguirá creciendo, lo que «ejercerá presión para que se registre una subida de los precios.»
Asimismo, un fuerte dólar estadounidense fijará un límite en el aumento de precios (predice el banco), ya que provocará que «los productos lácteos sean más caros para los compradores, especialmente en la Unión Europea».
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