SanCor: sueldos atrasados, productos que escasean y versiones de venta

Los trabajadores recibieron dos cuotas del salario de febrero y no saben cuándo cobrarán el resto. También acumula deuda con tamberos y abastecedores de insumos.
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Otra semana que concluye en medio de la incertidumbre sobre el futuro de SanCor, una empresa que por décadas fue el emblema de la industria argentina. Al panorama sombrío que afrontan los trabajadores por los sueldos atrasados y el cierre de plantas, la crisis ahora comienza a reflejarse en las góndolas de los supermercados por la falta de productos de la firma.
Yogures y postres desaparecieron de las heladeras de los comercios, y la entrega de manteca y cremas es limitada. El abastecimiento de leche fluida está próximo a suspenderse, y en cuanto a los quesos -producidos en las plantas hoy paralizadas- el futuro no es el mejor. “Se están llevando la mercadería que hay en stock, pero cuando esto se termine no sé qué va a pasar”, dijo un empleado con más de 30 años de antigüedad en una de las industrias, hoy parada.
En las góndolas, firmas, como La Serenísima e Ilolay, van ocupando el espacio que deja vacío SanCor. Los comerciantes aseguran que, de los pedidos de mercadería que hacen a los proveedores de la empresa, reciben apenas un 20%.
En medio, las versiones sobre la reconversión de la cooperativa en una sociedad anónima como paso previo para la venta de la empresa alimentan la esperanza de los trabajadores que ven en esta la única salida para la continuidad de las fuentes laborales.
Pero el panorama aún no es claro, son sólo comentarios que no terminan de ser confirmados por la empresa ni por el Estado nacional que le ha pedido a la firma un plan “real”, que aumente la productividad y reduzca el costo laboral. Este último punto es difícil de lograr sin que la empresa se desprenda de parte de su personal.
En los últimos días trascendieron datos sobre lo que sería el plan de reconversión de Sancor, y que contemplaría desprenderse de 1.000 trabajadores, a quienes indemnizarían con un monto de un millón de pesos por cada obrero.
El impacto en los sectores
Son más de 4.100 los operarios que posee la empresa SanCor. Hoy alrededor de mil están sin trabajar, debido a la paralización productiva de las plantas de Coronel Moldes, Coronel Charlone, Brinkman y Centeno. Estos obreros vienen cobrando el sueldo en cuotas.
Del mes de febrero recibieron una primera cuota de $ 5 mil la primera semana de marzo, y otros $ 6 mil el viernes último. No hay fecha para nuevos depósitos. En Moldes, los trabajadores optaron por no firmar el recibo hasta tanto no se les cancele la totalidad de sus salarios.
Esta situación deriva en una demora en el pago de servicios y se resiente la cadena económica de las poblaciones.
Por otro lado, están los productores tamberos a quienes SanCor adeuda varios meses por la producción. Este sector sigue aguantando y confía en que la firma, tal como ocurrió en otras crisis, salga airosa. Pero, además, en un gesto solidario y de acompañamiento hacia los trabajadores industriales.
Sobre despidos y venta
Las últimas versiones sobre el futuro de la empresa afianzan la idea de venta. Y hasta echan a rodar el nombre de las firmas interesadas en invertir: Fonterra, de Nueva Zelanda; Lactalis, de Francia; Conaprole, de Uruguay y Lala, de México.
Los empleados consideran que es esta la única salida posible, pero admiten que están en juego sus puestos laborales. “Nadie lo dice pero estas firmas si vienen a invertir se van a querer desprender de los trabajadores”, reconocen dirigentes gremialistas.
La mayoría del personal de las plantas SanCor supera en promedio la edad de los 50 años y tiene alrededor de 30 de antigüedad. Estos operarios están preocupados, puesto que, de perder su fuente laboral, por su edad quedan fuera de las aspiraciones que hoy demanda el mercado laboral.
Así las cosas, esta firma que nació en 1938 por la unión de 16 cooperativas tamberas de Córdoba y Santa Fe para sumar valor agregado a la materia prima de la región, el denominado “oro blanco”, hoy se desintegra y afronta un panorama incierto, que pone en riesgo toda la cadena productiva y hasta el futuro de pueblos enteros.
Patricia Rossia
http://www.puntal.com.ar/notiPortal.php?id=202951

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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