SanCor, caso “ejemplificador” de cómo el macrismo busca debilitar a los gremios

La unión de cooperativas ruega por una ayuda financiera que la salve de tener que vender su negocio a Coca Cola. Para el Gobierno, la caída de la marca mostrará que su postura es inflexible más allá de la potencia de sindicatos como Atilra.
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Alternativas en danza.
La orden, aunque silenciada frente a los popes del sector, es concreta: que la empresa se caiga. Y que en ese derrumbe quede explicitada la postura inflexible del Gobierno para con los gremios de la actividad.
Acuciada por las deudas y a un paso del parate total en lo que hace al procesamiento de lácteos, SanCor vive sus horas más dramáticas en lo que va del macrismo y evalúa salidas que van desde un endeudamiento feroz hasta la venta de todo su negocio a la multinacional Coca Cola.
En torno a la unión de cooperativas predomina una certeza: Cambiemos no intervendrá en la actual situación de quebranto que ostenta la firma y, en cambio, aprovechará la caída de una marca emblemática para demostrar que le sobra determinación para acorralar a un sindicato poderoso como Atilra.
“Hay una decisión implícita de empujar a SanCor a la venta. Los directivos de la compañía saben que luchan solos y atan su destino a un potencial préstamo de más de 400 millones de dólares que quién sabe cómo se cubrirá más adelante”, sostuvo ante Adelanto 24 una fuente vinculada a Federación Agraria.
Desde Caprolecoba, la cámara que aglutina a los proveedores de SanCor en el oeste de la provincia de Buenos Aires, su gerente, Daniel Villulla, expuso algo similar ante la consulta de este medio.
“La empresa ya vendió prácticamente todas sus líneas más atractivas. Hoy, si quiere sobrevivir, sólo le queda como opción endeudarse más o caer en lo más simple que sería vender todas sus plantas y unidades de producción”, dijo a Adelanto 24.
La reconocida firma cerró 2016 con pérdidas del orden de los 2.400 millones de pesos, una cifra dramática si se toma en cuenta que en el período anterior acumuló un rojo de 263 millones mientras que en 2014 el guarismo negativo fue de 447 millones siempre en moneda nacional.
En lo que hace a la injerencia del Gobierno, indicaron desde Caprolecoba, la postura oficial se emparenta directamente con el disciplinamiento.
“En su momento el Gobierno le comentó a los ejecutivos de la firma que tenían que achicarse. Que todo lo que sufre SanCor proviene directamente de su exceso de tamaño y baja productividad. En la firma respondieron que no iban a despedir a nadie. Y apuraron un nuevo acuerdo de venta de leche en polvo con Venezuela. Maduro dejó de pagar y así se llegó a esta situación”, explicó Villulla.
En Cambiemos, según pudo indagar Adelanto 24, la decisión es no salir a rescatar a la unión de cooperativas aunque se trata de un nombre tradicional y presente en la vida de muchas generaciones de argentinos.
“En otro gobierno Atilra hubiese metido presión, tomado plantas, y forzado el salvajate financiero. El macrismo no permitirá eso. ¿La empresa es deficitaria? Que se venda y ya se verá el destino de los empleados. Poner plata para que un gremio siga marcando el ritmo de la lechería es algo que no ocurrirá mientras Macri sea Presidente”, contó a este portal una fuente vinculada a Agroindustria.
Para organizaciones como la Asociación de Productores de Leche (APL), lo que ocurre con SanCor no es más que el resultado de la benevolencia con que el kirchnerismo observó los tratos que impulsó la directiva de la láctea.
“SanCor acumula muchos años de rendimientos negativos. Arrastra una pésima gestión y una estructura improductiva que se refleja en sus balances”, sostuvo Manuel Ocampo, referente de la entidad.
El analista indicó a Adelanto 24 que la firma cuenta con 4.700 empleados cuando, “por la leche y el total de productos que elabora, no debería tener más de 1.000”.
En concreto, de acuerdo a Ocampo, la firma cuenta con casi cinco veces más de personal que el requerido. Siempre según APL, SanCor opera con 12 plantas cuando podría concentrar toda su producción en apenas dos.
“No llega a procesar 4 millones de litros de leche por día. Debe estar en el orden de los 1.400 millones de litros anuales, una cifra muy escasa para toda su capacidad instalada”, detalló Ocampo.
¿Qué ocurrirá con la firma en el corto plazo? SanCor viene de librar cheques sin fondos a proveedores por 280 millones de pesos, de los cuales $17,5 ya fueron levantados con nuevos cheques de pago diferido. Para frenar tamaño nivel de compromisos, la firma negocia un préstamo con distintos bancos por 450 millones de dólares.
De no obtener tal salvavidas, los directivos de la firma intensificarán las conversaciones con Coca Cola, gigante que busca quedarse con el negocio de la láctea desde hace al menos dos años.
“Es una cosa o la otra. Pero lo concreto es que todo ocurre mientras el Gobierno se cruza de brazos y permite el crack. Busca que, de ocurrir, el final de SanCor sirva de lección para Atilra, un gremio que también es muy potente dentro de La Serenísima. Cada día queda más claro que, para el macrismo, la lucha sindical es mala palabra”, comentaron cercanos a Federación Agraria.
Precisamente dentro de La Serenísima se sigue con detenimiento cada una de las novedades inherentes al destino de SanCor. En torno a la principal láctea de la Argentina predomina la certeza de que, de caer finalmente su par, la siguiente batalla entre el Gobierno y el gremialismo lácteo se librará en las plantas de la firma que supo comandar don Pascual Mastellone.
http://adelanto24.com/2017/03/03/sancor-caso-ejemplificador-de-como-el-macrismo-busca-debilitar-a-los-gremios/

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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