En Expoagro, el subsecretario de Lechería dijo que es «entendible» que haya productores que quieran salir a las rutas, y cuestionó el «desmadre» que dejó el anterior gobierno.
Aunque la mayoría de las temáticas y los expositores presentes en Expoagro apuntan a la agricultura y a la ganadería de carne, la crítica situación de los tambos no pasó inadvertida.
Por caso, el subsecretario Alejandro Sammartino le dijo a Agrovoz que «es totalmente entendible» que haya productores lecheros pensando en salir a las rutas, debido a la coyuntura que afecta al sector. Sammartino dijo entender el desánimo de los productores lecheros, pero su diagnóstico fue el siguiente: «Hay que entender que venimos de años de desmadre y no existen soluciones mágicas».
-Usted visitó Córdoba la última semana y pudo comprobar que los ánimos estaban caldeados, con muchos productores queriendo hacer protestas. ¿Qué diagnóstico hace?
-Es totalmente entendible que, si además de una situación de quebranto financiero, le sumamos las calamidades climáticas de tres años seguidos con inundaciones recurrentes, es lógico que el desánimo sea muy grande. Pero esto no se soluciona de un día para el otro. Venimos de años y años de desmanejos, de desmadre, y para esto no hay fórmulas mágicas. Sólo mucho diálogo y trabajo en soluciones concretas.
Medidas
En cuanto a las medidas extra que podrían adoptarse, además de la decisión de comprar los sobrestock de leche, Sammartino puntualizó que «no existe eso de poner por decreto un precio; lo que sí existe es recuperar valor en la cadena, trabajar en pos del productor, mejorar las líneas de financiamiento que son muy malas. Y trataremos de que mes a mes vayamos logrando mejores condiciones. Pero en ese sentido tenemos que ser muy prudentes también de no generar más expectativas de las que puede haber».
El funcionario se refirió además a las denuncias de los tamberos respecto de que la industria incumple el acuerdo de recomposición de precios rubricado a principios de enero.
Según Sammartino, «ese acuerdo tenía que ver con los precios de enero y una recomposición de precios hacia adelante. No establecía hacia febrero y marzo cuál iba a ser la evolución, porque lo que se buscaba era romper la expectativa de diciembre, que era a la baja. Si no hubiera habido un cambio de expectativas con el nuevo gobierno, hoy probablemente el precio estaría en 1,50 pesos. Estaríamos en el subsuelo».
Por eso, consideró que «las acciones que se están tomando ahora buscan consolidar esta recuperación de los precios. Pero en la situación del mercado de enero, con caída de ventas y sobreoferta de leche, tampoco la industria puede hacer muchas cosas. Y hay que entender que acá hubo un desmanejo y un desmadre por parte de un gobierno nacional que creía que había un conflicto entre la mesa de los argentinos y de las exportaciones y sobreofertó permanentemente el mercado interno haciendo un destrozo de la cadena de valor».
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