¿Qué pueden esperar los tamberos?

En el circulo eterno de los problemas sin solución.
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En el circulo eterno de los problemas sin solución.
Por Elida Thiery – Venimos de años de dos discursos, el que se apegaba a la realidad y el que se rozaba con el poder. Dos maneras muy distintas de contar un mismo hecho.
Hemos atravesado las peores crisis, con leche arrojada a raíz de la chispa de un funcionario que simulaba las soluciones para poder quedarse en el cargo, soñando con mucho más, incluso en el cambio de Gobierno, pero también hemos tenido hace muy poco inundaciones desatendidas a pesar de tener al barro y a los animales muertos como un tema tan cotidiano que pasaba desapercibido.
Será el destino lechero, el de luchar siempre, el de no relajar jamás los brazos.
Precios y mercados internacionales desvanecidos hicieron que la llegada de este nuevo Ejecutivo abriera todo tipo de expectativas con promesas que sólo quedaron en el pago convulsivo de 1.300 millones de pesos que no se notaron en las explotaciones tamberas, a pesar de haber incorporado deudas de la administración kirchnerista. En un proceso que incluyó a un verano cruento, con el inicio de la caída de productores del sistema, se sumó el otoño fatídico que empujó por el precipicio a muchos más, mientras que los sobrevivientes siguen dando manotazos en medio de una situación desesperante de pérdida que todos los meses suma más rojo, por más que el manejo de la explotación sea el ideal.
Ya está acostumbrada la producción que las visitas de los Ministros sean excepcionales en los territorios de producción, que es lo que pasó en la zona, con Ricardo Buryaile al lado de Mauricio Macri, cuando la situación de las inundaciones terminó por conmoverlos, sin embargo no hubo cambios trascendentes desde ese sábado por la mañana en el final de abril.
Una mirada por demás optimista no sirvió para cambiar el rumbo, para recuperar pasturas y mucho menos para recobrar las inversiones en instalaciones, animales y esfuerzos de años. La emergencia no tiene un sustento económico acorde a la actualidad y eso se siente, por más beneficios que se presenten de la mano de créditos, que por lo general no pueden ser tomados.
La semana pasada hubo una reunión más. La decepción de seguir escuchando planes a largo plazo, sin un atisbo de actitud hacia el análisis de toda la cadena comercial, mucho más allá de ese planteo descabellado de sacar al comercio del esquema económico, lleva a no poder comprender como son las circunstancias de un Estado que halaga un arreglo comercial de privados como un logro del comercio exterior, que puertas adentro ya no tiene asidero.
La falta de concreción de palabras dichas en tantas reuniones hacen que las entidades, aunque sean muchas, no puedan sostener expectativas, pero lo más llamativo es que los propios tamberos ya no saben qué considerar, a pesar de tener por delante una campaña que promete mejores balances y un 2017 que da señales de mejores precios globalmente.
Existe más allá de las entidades una falta de cumplimiento con las provincias lecheras, que siguen aguardando un llamado para trabajar de manera conjunta y poder hallar alternativas.
De la presentación de un proyecto de endeudamiento internacional para recuperar 300 millones de dólares para Santa Fe, no ha habido reacción acorde. Se sabe que cada productor precisa efectivo para levantar la cabeza y del mismo modo, plazos flexibles y muy largos para hacer posible esta toma.
En estas horas comienza un nuevo recorrido del Subsecretario de Lechería por Córdoba, para seguir hablando con los productores, pero sin avanzar en cuestiones clave.
Se dice que la Nación quiere andar sendas como la de la liquidación única generalizada, e incluso trasciende algo sobre formalidades que podrían llegar a contratos para dar en algún momento un poco de orden a una cadena totalmente informal, como tantas otras dentro de nuestro país. Pero al no haber plazos, todo se diluye en horizontes inalcanzables. Sin rentabilidad, para todos los eslabones, las complicaciones son múltiples.
Hoy por hoy los productores no quieren seguir invirtiendo, incluso para hacer una protesta que llame la atención y con ello poder conseguir un guiño oficial. Lo sucedido con la fruta en Plaza de Mayo sólo quedó en anécdota, porque jamás se dio una reunión que resuelva las necesidades de esos productores del Alto Valle.
Entonces, ¿qué pueden seguir esperando los tamberos?. Sinceramente poco. Algunos dicen que mientras más concentren la producción menos dinero perderán y así quizá puedan destinar más tierra a las producciones agrícolas, que podrían dar algo más de margen el año próximo.
Sin intervencionismo, pero con una actitud que muestre la intención de involucrarse en un tema eterno, puede generarse un ida y vuelta interesante y que no transfrome a las pretendidas reuniones mensuales en citas tediosas, donde siempre se hable a largo plazo y de lo mismo, sino que permita que productores e industrias puedan sembrar nuevos planes de expansión, con una lógica que no vaya más allá de lo equitativo, algo que suena fácil, pero parece imposible en la práctica.
Para muchos la espera se hace imposible y no son sólo algo más de tres meses para llegar a un nuevo terreno, donde mágicamente florezcan esos ideales providenciales sobre los que tanto se viene oyendo y tan poco accionando.
Elida Thiery

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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