Precios bajos de la #leche, ¿hora de invertir?

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La onda negativa que azotó este año a la lechería mundial puede ser una oportunidad importante para aquellos que puedan ver más allá de la coyuntura actual.
Hay una constante en el mundo, la mayoría de la gente sigue el flujo de la corriente principal, sigue a la masa. Esto es lo que se llama comportamiento rebaño, uno hace la punta, los otros lo siguen.
Los visionarios, aquellos que hacen negocios que logran diferenciarse seriamente de los de la mayoría, se comportan distinto, especialmente porque agregan a la toma de decisiones un ingrediente diferente, el conocimiento.
Un ejemplo claro suele ser el mercado de valores. La gran mayoría compra cuando todos compran y venden cuando todos venden. Los inversores profesionales atienden otro juego, basan sus decisiones en la salud financiera de las empresas, las perspectivas del sector económico al que pertenecen, realizan análisis técnicos, etc. En definitiva, no se dejan llevar por la corriente y buscan siempre comprar barato para vender caro. Parece sencillo, pero son pocos los que lo saben hacer.
¿Qué pasa en la lechería?
Lo más común es que los inversores quieran entrar al juego cuando los precios son altos, cuando prevalece el optimismo y la ilusión de grandes bancos para ayudar a invertir en el rubro. Las consecuencias las conocemos, la tierra suele estar más cara, lo mismo que las vacas, se planifican megaproyectos que a la larga terminan derrumbándose y los resultados son muy malos.
Solemos escuchar lamentos al estilo “la baja de precios me destruyó”, no lo que te destruyó fue la falta de conocimiento del negocio y la poca visión de futuro.
Esa inversión fue a contramano de los que marcan los ciclos de la lechería, veamos cuáles son esos ciclos.
Además de las fluctuaciones estacionales de los precios internos, generales en cualquier país, con precios altos en invierno y bajos en verano, hay otro fenómeno cíclico mucho más fuerte y fuera de nuestro control, pero con injerencia creciente en los precios internos.
Es lo que se conoce como ciclo de los tres años.
El ciclo de tres años de precios de los productos lácteos fue descubiertos por Beskow en 2008 y publicado en 2010. Este ciclo muestra como cada tres años se producen picos en los precios de los lácteos a nivel mundial.
Veamos un gráfico
ciclos
La existencia de un ciclo de tres años parece algo obvio (1986, 1989, 1992, 1995, 1998, 2001, 2004, fracasado, en 2007, 2010 y 2013), pero sin dudas todavía no lo es. Si lo fuera, los productores y las empresas estarían preparados, pero todavía insisten en creer en «nivel de precios», un concepto que erróneo.
Por esta teoría, en 30 años de datos, con el ciclo de 3 años sería de 10 olas formadas hasta la fecha. En el cuadro se pueden contar 9, es decir, hasta el momento, ha demostrado tener un 90% de confiabilidad.
¿Qué nos dicen estos números?
Siguiendo estos datos, se ve que los precios internacionales, por comportamiento cíclico, todavía pueden caer un poco más antes de volver a recuperarse. Se podría caer hasta abril de 2015, con una suba en mayo para retroceder de nuevo en junio, a continuación la curva seguiría firme para arriba.
Hoy estamos en baja, la angustia y el pesimismo se han apoderado de los productores mundiales, pero también estamos en el punto donde se abren oportunidades, si hoy la leche no es negocio, lo será en los próximos meses y con interesantes perspectivas de crecimiento.
Según el ciclo internacional, el mejor momento para este tipo de inversiones será el período de marzo a junio de 2015, y se puede extender hasta septiembre. Los que esperen ver resultados inmediatos sepan que hasta mediados de 2016 no se verán números exorbitantes en los mercados internos.
¿Qué hacer ahora?
Los consejos más importantes serían:
1. Evitar cortar la alimentación de las vacas (concentrado)
2. Mejorar las pasturas, una buena dieta pastoril permitirá alta producción a bajo costo. Esto requiere conocimiento. Una vaca hambrienta sólo traerá más pérdidas.
3. Hay que estar preparado para trabajar uno mismo mayor parte del tiempo en el tambo.
4. Detener el gasto en lujos, menos es más.
5. Escapar del pago de intereses, sobre todo de la tarjeta y de sobregiros. Trate de renegociar y, en caso necesario, vender algo para detener la hemorragia de inmediato.
6. Invertir dinero en la compra de fertilizantes, va a dar sus frutos el año próximo.
Por Damián Morais para www.edairynews.com/es
Con información de www.milkpoint.com

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Así lo expresó Domingo Possetto, secretario de la seccional Rafaela, quien además, afirmó que a los productores «habitualmente los ignoran los gobiernos». Además, reconoció la labor de los empresarios de las firmas locales y aseguró que están «esperanzados» con la negociación entre SanCor y Adecoagro.

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