El magister en administración de negocios, Dennis Van Huet, desarrolló las alternativas de un nuevo escenario para el negocio de los lácteos, con su mirada aportada desde la dirección general de Hoogwegt Argentina, parte de una de las firmas que intervienen en el mercado de lácteos más importantes del mundo.
Su premisa fue la de demostrar que el futuro de la leche está bajo presión. Con tendencias a la baja, en Europa, Oceanía y Argentina, lejos de los picos de 2013. A esto se añade un efecto controversial de la reventa de stocks. La oferta en todas las regiones exportadoras a excepción de Estados Unidos muestra una contracción, mientras la demanda tiene en China un alza leve que revierte la tendencia que se había cortado en 2015. El gigante asiático «se sobrecompró», dice el analista, pero recién ahora se normalizó la ecuación entre consumo y lácteos adquiridos, lo cual «nos hace esperar una situación bastante sana, con el agregado de una producción modesta interna».
Oceanía retuvo grandes stocks de leche entera en polvo el año pasado, con lo cual las ventas sobre este año saturaron a los mercados alternativos donde se pudieron colocar.
De esta manera, hubo importaciones modestas en general entre enero y mayo de este período.
«No es ciencia» lo que se puede aplicar al tema precios, pero existen más variables de expectativa en alza. En Europa se contraen los precios, pero también la producción, en un parámetro del dos por ciento menos, lo cual se equipara a la merma en litros de América del Sur. «Estamos medianamente cubiertos hasta diciembre», sostiene Van Huet en cuanto a la demanda y aprovechando los bajos precios. La incógnita a la reacción se da hacia 2017 es que se supone una leve recuperación de precios y también la cantidad de litros a nivel global.
Rusia, algunos cambios que puedan darse en Venezuela, son la mayor esperanza del cambio de rumbo en el mercado global y de la mano de los quesos, por ejemplo, con influencia directa sobre Argentina.
«Hay cambios estructurales en el mercado» que pueden marcar el fin de una era con bajos stocks, una demanda relativa que se irá recuperando. Es Estados Unidos, «el único que puede abastecerse interanamente y en las dimensiones propias y abarcar algo más en el mundo», aludiendo al principal consumidor y a un gran productor, al unísono.
Lo que señala Van Huet es a modo de incógnita si todo el potencial productivo argentino puede realmente convertirse en un modelo agroexportador sustentable y rentable para todas las partes, hecho a corroborar con el tiempo y superando alternativas eternas como las crisis, los déficit y las constantes inflaciones que hacen inestable cualquier planificación largoplacista.
Por Elida Thiery
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