«Estamos convencidos que la recuperación de la lechería viene de la mano de la exportación y debemos consolidar el camino iniciado respondiendo a la demanda del mercado que esperan nuestros productores», dijo secretario de Agroindustria, Luis Etchevehere.
Sin embargo, los tamberos enfatizan que las distorsiones que existen en la cadena «no se arreglan aunque la leche cotice a u$s 5000 la tonelada», planteó Andrea Passerini, productora y coordinadora de lechería de Carpab. Hoy el valor se ubica en u$s 2700 la tonelada, 1,2% menos que en agosto.
Desde las entidades rurales se insiste que la falta de un mercado institucionalizado es clave para que el productor sea el eslabón más débil.
En ese sentido, sostienen que un plan integral que atienda las particularidades de la lechería debe centrarse en lograr que el producto pueda ser negociado en un mercado disponible y futuro como el que existe en los granos y oleaginosas, e incluso en el de carne vacuna, y en los que hay laboratorios para dirimir cuestiones de calidad. Esa institucionalización no existe hoy en la cadena láctea, donde el precio y la calidad lo define la industria.